Aprender a leer, una cuestión de supervivencia en la lucha contra ISIS

Los combatientes Peshmergas destinan dos horas al día para mejorar su educación y combatir mejor a los yihadistas
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Cada noche, los combatientes kurdos en Iraq cambian sus armas por cuadernos y lápices que les ayuden a cumplir uno de sus sueños: aprender a leer y escribir. 

Hakar Mustafa y Badredin Biro Aziz, de 21 años, son dos de los más de 80 estudiantes que durante el día recorren la provincia autónoma de Kurdistán, en la frontera entre Siria e Irán, para mantener a raya a los combatientes de ISIS. 

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"Antes, siempre teníamos que pedir a otros que nos dijeran cómo orientarnos. Nos sentíamos impotentes", explica Biro Aziz. "Ahora soy capaz de leer mi nombre, el de mi padre y otras cosas".

Pero, en medio de una guerra de casi un año contra ISIS, aprender a leer y escribir también se ha vuelto una cuestión de supervivencia.

"Algunos de mis camaradas han sido capturados por el enemigo porque no sabían leer los carteles que indicaban que habían llegado a una zona peligrosa", relata Mustafa. 

Los asistentes a la escuela Peshmerga, ubicada a tres kilómetros de las posiciones de ISIS, cuentan que su analfabetismo viene desde la década de 1990, marcada por los combates entre el exdictador iraquí Sadam Hussein y el pueblo kurdo.

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"Nunca pude ir al colegio y quedé analfabeto", dijo Mustafa, quien forma parte del 15% de la población kurda que no sabe leer ni escribir, según el ministerio de Educación de Kurdistán. Por eso, ahora el joven quiere aprovechar la oportunidad.

Una escuela muy particular

La escuela Peshmerga abrió sus puertas hace un mes, gracias a la iniciativa del teniente coronel Bindyan Haji Jamil, quien retomó un concepto implementado en 1968.

"Abrimos esta escuela cerca del frente con el enemigo para dejarles claro que nos preocupamos tanto del aspecto militar como de la educación", dice el oficial Jamil.

"Les enseñamos los principios básicos para leer y escribir en kurdo, que consideramos necesarios en los puestos de control y durante la guardia militar. Las matemáticas son para poder leer los mapas", explica. 

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Los cursos para los combatientes durarán todavía tres meses y luego, todo dependerá de cómo vayan las cosas en el terreno de lucha. Pero, por lo pronto, los soldados kurdos celebran sus pequeñas victorias diarias.

"Ahora puedo enviar un SMS. ¡Antes no sabía hacerlo!", confiesa emocionado Mustafa.