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Los niños con discapacidad inundan los orfanatos de China

Aunque las cosas cambian poco a poco en el gigante asiático, la cantidad de niños abandonados sigue siendo alarmante
mié 12 agosto 2015 10:35 AM

Lo primero que me llama la atención de JiaJia es que casi se parece a Supermán.

El niño de nueve años estira las piernas y los brazos en posición de vuelo, está bocabajo sobre algo que parece una patineta modificada y usa la impresionante fuerza de su torso para acelerar e ir y venir a toda velocidad por el piso. Incluso lleva puesta una camiseta con el clásico logotipo del superhéroe estadounidense.

"Supermán", dice sonriendo. "Es tan genial".

Casi no notas que las piernas de JiaJia se arrastran inertes hasta que se jala hacia la mesa y se sienta para almorzar.

Los padres de JiaJia lo abandonaron afuera de una clínica de fertilidad cuando tenía apenas tres meses de vida. Una mala cirugía para reparar la espina bífida lo dejó paralizado de la cintura para abajo. El procedimiento afectó los nervios de su espina dorsal y eliminó las funciones de la parte inferior del cuerpo.

A pesar de todo, aprendió a nadar, va a la escuela cuando puede y cambia sus propios pañales diligentemente. JiaJia (se pronuncia Ya Ya) sueña con volverse policía.

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"Solo quiere ser igual que los otros niños de su edad", dice Melody Zhang, directora asociada de Children's Hope International en Beijing.

'Si tengo padres, puedo tener vida'

La agencia de adopciones ha tratado de encontrar una familia para JiaJia durante la mayor parte de su vida. Ha conmovido a muchos de los empleados y voluntarios de la Casa Alenah, un centro médico de acogida en la capital china que actualmente atiende a 23 niños chinos con discapacidad.

JiaJia es el mayor y el que más tiempo lleva en la casa. Es el hermano mayor de facto de los otros niños y finge que boxea, juega a los carritos e incluso canta con ellos.

Una vez, una familia prometió adoptar a JiaJia, pero se arrepintieron. JiaJia ha visto que muchos de sus amigos encuentran hogares y luego se van.

"Fue muy, muy difícil encontrar una familia para JiaJia. Esperamos nueve años", dice Zhang. "Él esperó nueve años".

A principios de este año, una familia estadounidense presentó su documentación para adoptar a JiaJia. Se enteraron de su situación gracias a los otros feligreses de su iglesia, quienes adoptaron al mejor amigo de JiaJia en la misma casa hogar.

Sin embargo, la familia Wilson, originaria de la zona de Kansas City, solo ha recaudado una parte de los 36,000 dólares (unos 560,000 pesos mexicanos) que se estima que costaría el proceso de adopción. Tienen un blog y una página de Facebook en la que documentan el proceso de adopción.

Aunque todo salga bien, podrían pasar varios meses antes de que JiaJia se incorpore a su nueva familia, en Missouri. Ha hablado por Skype con sus futuros padres, hermanas, abuelos y dice que quiere estar con ellos "en este momento".

La espera de unos cuantos meses le parece una eternidad. Toda su vida ha esperado una familia. "Es un niño muy fuerte y adaptable. Usualmente no muestra sus sentimientos. Trata de ser un niño alegre", dice Zhang.

Sin embargo, el dolor se hace patente en su voz mientras explica por qué quiere una familia.

"Si tengo padres, puedo vivir. Puedo tener una vida", explica.

Luego, las lágrimas empiezan a rodar por sus mejillas. En cuestión de segundos, yo también estoy llorando, igual que todos los miembros de nuestro equipo. Nos sentamos a llorar juntos, en silencio. Durante un instante, entendemos el dolor de JiaJia.

La cifra de huérfanos con discapacidad va en aumento

Es un dolor que comparten muchos niños en la China moderna. La cantidad de niños abandonados disminuyó a un ritmo constante a lo largo de la pasada década, pero sigue siendo perturbadoramente alta. Hoy, casi todos los niños despreciados de China tienen alguna discapacidad. Cada día se reportan docenas de casos de niños abandonados.

Algunos son más trágicos que otros. La semana pasada, rescataron a una recién nacida de un baño público en Beijing, en donde la Policía la encontró de cabeza en el desagüe del inodoro.

Los vecinos vieron salir a una joven antes de escuchar el llanto de la niña. La recién nacida recibió tratamiento en el hospital y una fuente policial que no tiene autorización para hablar con los medios dijo a CNN que llevaron a la niña a un orfanato gubernamental.

En mayo, rescataron a un bebé con labio leporino que estuvo enterrado en el bosque durante 10 días en el la provincia de Guangxi, en el sur de China.

En mayo de 2013, encontraron vivo a un bebé recién nacido en la tubería de un inodoro en Jinhua . Lo dieron de alta del hospital y sus abuelos maternos lo llevaron a casa. Su madre soltera, de 22 años, dijo a la Policía que había sido un accidente y no se presentaron cargos.

El gobierno chino ha abierto docenas de "cascarones para bebés" (habitaciones pequeñas e independientes en los orfanatos que están equipadas con cunas, incubadoras y aire acondicionado) a lo largo de los pasados cinco años para ayudar a los padres a dar a sus bebés en adopción en vez de abandonarlos en las calles o algo peor.

Uno de estos centros en la provincia de Shandong, en el este de China, reportó el año pasado que durante los primeros 11 días de operación, recibió 106 niños, todos con discapacidades o afecciones de salud.

"Las políticas de asistencia social no están completas en China", dice Wang Zhenyao, director del Instituto de Investigación Filantrópica de China. "Además hay muchas lagunas en nuestras políticas humanitarias".

El Instituto de Investigación Filantrópica de China, que colabora cada año con la Unicef para producir el Informe de Políticas sobre Asistencia Social Infantil en China, emitió un boletín en 2014 en el que indica que la cantidad de huérfanos con discapacidad ha aumentado de 30,000 a 50,000 por año. El instituto señaló que hay 878 organizaciones que reciben recursos del sector privado que cuidan a los huérfanos y a los bebés abandonados.

El gobierno chino señaló que en todo el país hay aproximadamente 600,000 huérfanos. Otros grupos señalan que la cifra está más cerca del millón.

Los orfanatos y las casas hogar de China ya no están llenos de niñas sanas, como ocurrió durante el auge de la aplicación de la política del hijo único. Las leyes se relajaron, lo que permite que los padres paguen una multa por cada hijo adicional, además de que las posturas de la sociedad tradicionalmente patriarcal están cambiando poco a poco.

"Antes era más frecuente que hubiera niños abandonados y la situación era mucho más complicada hace varios años (a causa de) la política del hijo único, la cuestión del género y las malas condiciones de vida en China", dice Wang. "Hoy, los problemas graves de salud serían la razón principal por la que los padres abandonan a sus hijos".

A pesar del acelerado crecimiento económico, los expertos en asistencia social dicen que la segunda mayor economía del mundo carece de una red de seguridad social eficaz, lo que desemboca en que cientos de miles de huérfanos sean "inadoptables" por ley después de los 14 años.

'No se merecen esta clase de vida'

Me conmueve la abrumadora cantidad de historias trágicas que encontramos tan solo en una de las muchas casas hogar de China.

Tal vez la historia más trágica sea la de una niña que nunca podré conocer. Yuanyu era una hermosa niña de 18 meses con una sonrisa dulce y una grave parálisis cerebral. Nunca pesó más de cinco kilos. Yuanyu murió hace dos semanas.

"Sabemos que ahora está en un lugar mejor", dice Christina Weaver, una misionera canadiense de 17 años que trabaja como voluntaria en la Casa Alenah.

La foto de Yuanyu se agregará a un muro cerca de la parte trasera de la casa hogar, en donde se ponen retratos de los niños que han muerto a lo largo de los años. Mientras miras las fotos, puedes escuchar a los otros niños jugando. Me pregunto si ellos encontrarán familias que los amen antes de que sea demasiado tarde.

"Todos necesitan amor. Todos merecen amor", dice Weaver. "No se merecen esta clase de vida".

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