Unas 20,000 personas se pronunciaron contra el maltrato a los refugiados e inmigrantes este lunes en las calles de Viena, luego de que la Policía hallara l la semana pasada.
Los manifestantes se reunieron frente a la estación de ferrocarril Westbahnhof y marcharon por una avenida comercial de la capital austriaca mientras, de forma paralela, se celebraba una misa en honor a los inmigrantes fallecidos en la catedral de San Esteban.
"Ya hemos tenido demasiada muerte, sufrimiento y persecuciones", dijo el arzobispo de Viena, Christoph Schoenborn, ante una congregación que incluyó a altos cargos del gobierno.
En tanto, a pocos kilómetros, , luego de haber sido detenidos durante varias horas por las autoridades fronterizas.
Muchos de ellos abordaron trenes con destino a Salzburgo, mientras que otros se dirigieron a Múnich, Alemania, ante la mirada de la policía.