"Nunca dejen de soñar", pide el papa Francisco a niños inmigrantes

El pontífice se reunió con estudiantes de escuelas católicas de Nueva York y les pidió "levantar la cabeza con dignidad"

El papa Francisco se reunió este viernes con alumnos de la escuela católica Nuestra Señora Reina de los Ángeles, en Harlem, Nueva York, donde les pidió "nunca dejar de soñar".

"Nunca dejen de soñar", pidió el pontífice. "Es hermoso tener sueños y es hermoso poder luchar por los sueños, no se olviden". 

La escuela pertenece a una zona conocida como El Barrio, donde 55% de la población es de origen hispano.

El papa habló del cambio y de las dificultades que existen al llegar a un nuevo país y adaptarse a sus costumbres, pero reconoció el esfuerzo de las personas que lo han hecho y de las escuelas, que se vuelven "una gran familia" para los recién llegados.

"Al principio puede ser algo cansador; muchas veces aprender un nuevo idioma, adaptarse a una nueva cultura, a un nuevo clima... Tantas cosas que aprender (...) Por eso, la escuela se vuelve una gran familia", consideró.

Durante su discurso, Francisco recordó las palabras de Martin Luther King, quien luchó por la igualdad de derechos entre las personas caucásicas y las afroamericanas en Estados Unidos. 

"(Luther King) luchó para que muchos hombres y mujeres como ustedes pudieran llevar la frente bien alta, con la dignidad de quien puede ganarse la vida", refirió el pontífice.

"Hoy queremos seguir soñando y celebramos todas las oportunidades que tanto a ustedes como a nosotros, los grandes, nos permiten no perder la esperanza en un mundo mejor y con mayores posibilidades". 

70% de los estudiantes de la escuela de Nuestra Señora Reina de los Ángeles cuenta con apoyo financiero y beneficios para recibir alimentos debido a la pobreza en la que viven, dijo una trabajadora  a CNN.

"Sé que uno de los sueños de sus padres, de sus educadores, de quienes los apoyan, es que puedan vivir y crecer con alegría. Aquí se les ve felices, sigan aquí y ayuden a contagiar la alegría a todas las personas que tienen cerca", pidió.

Antes de finalizar, Francisco también pidió a los niños una "homework", que rezaran por él, para que él pueda compartir la alegría de Jesús. 

Antes del discurso, los alumnos de cuarto grado compartieron con el pontífice y le realizaron preguntas. Además, le mostraron algunos de los trabajos escolares que hicieron a partir de los posicionamientos de Francisco en temas de combate a la pobreza y cambio climático.

El papa regaló a la escuela una estructura de madera con la forma de una virgen, que tiene en brazos a un niño.