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195 países ratifican este plan contra la acelerada degradación del suelo

Aunque el programa será acatado voluntariamente por las naciones, su objetivo es reponer la sobreexplotación que pone en riesgo al planeta
lun 26 octubre 2015 08:46 PM
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Unos 195 gobiernos del mundo adoptaron un acuerdo para poner un alto a la degradación de suelos en 2030, y con ello atacar simultáneamente problemas globales asociados en materia ambiental, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, además de otros en el ámbito social como seguridad alimentaria y desarrollo sustentable.

México fue uno de los firmantes del acuerdo cerrado el viernes, en el último día de la 12ª sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (CNULD), en Ankara, Turquía.

El punto medular del acuerdo, debatido durante dos semanas ante la resistencia de países como Brasil y Argentina, es el de la neutralidad en la degradación de suelos (LDN, por su acrónico en inglés).

Este concepto significa, en términos simples, contrarrestar la tasa de degradación de suelos con una tasa equivalente de recuperación de los mismos a través de prácticas como reforestación, captación de agua, agricultura y pastoreo sustentable, además de desarrollo de sistemas para evitar la erosión natural, según la CNULD.

El acuerdo establece tres indicadores para vigilar el desempeño contra la degradación del suelo: la extensión de la cobertura del suelo; la productividad de los suelos y el contenido de carbono en los suelos.

Estos indicadores sientan las bases para trabajar "de manera sinérgica" con la convención de la ONU contra el cambio climático (CMNUCC) y también con la convención de biodiversidad (CDB), destacó en la secretaria ejecutiva de la CNULD, Monique Barbut.

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Esto se debe a que el primer indicador atacará el cambio de uso de suelo, principal responsable de la pérdida de biodiversidad, mientras que el tercero establece un incentivo más para retirar carbono de la atmósfera (al que la ciencia atribuye las causas del cambio climático) para capturarlo en el suelo principalmente en forma de vegetación.

Barbut describió el acuerdo como "un verdadero seguimiento" a los objetivos de desarrollo sustentable, que fueron definidos en septiembre pasado en Nueva York como continuación de los objetivos de desarrollo del milenio, y que incluyen en su punto 15 detener la degradación de los suelos.

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Metas nacionales, voluntarias

Pese al ambiente festivo de la CNULD, hubo al menos dos aspectos que ensombrecieron el acuerdo. El primero es el carácter voluntario para que cada país miembro fije metas "de acuerdo a sus circunstancias nacionales y prioridades de desarrollo", lo cual permitirá que no haya un avance equitativo entre los distintos países rumbo a la meta global.

En segundo lugar, la CNULD aún carece de un fondo económico para apoyar a los países miembros en sus esfuerzos contra la degradación de la tierra. "El problema de esta convención siempre ha sido la falta de recursos", aseguró en entrevista Luc Gnacadja, exsecretario ejecutivo del organismo. "Esta no es como la convención contra el cambio climático, que es vista como la convención de los ricos y que sí tiene fondos. Esta es vista como la convención de los pobres", añadió.

El país anfitrión hizo un llamado internacional a combatir activamente la degradación de suelos. Después de que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan considerara el tema como "un asunto de moral", su gobierno anunció una donación de 5 millones de dólares para un fondo común abierto a contribuciones gubernamentales y privadas.

La CNULD anunció que el fondo empezará a funcionar a fines de 2016 y estima que serán necesarios 2,000 millones de dólares anuales para apoyar actividades de restauración de suelos en los países miembro.

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Un mensaje para París

El acuerdo contra la degradación del suelo adoptado en Turquía, según la CNULD, ocurre justo a tiempo para el acuerdo global contra el cambio climático que se prevé sea adoptado en la sesión 21 de la conferencia de las partes (COP) de la CMNUCC a celebrarse en París en diciembre próximo.

"Lo que decimos en esta convención es que a través de inversiones masivas para secuestrar carbono (en la tierra) podríamos retirar casi medio grado para alcanzar el objetivo de no rebasar los 2 grados centígrados" de aumento en la temperatura global, aseguró Barbut. "Este es un mensaje fuerte que queremos enviar a París".

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC), que concentra el consenso científico global en la materia, estima que la pérdida de carbono en el suelo es responsable por el 24% de las emisiones de carbono a la atmósfera, lo cual pone a este sector casi al mismo nivel de la producción de energía (25%).

La CNULD estima que una cuarta parte de los suelos del planeta se encuentran degradados, mientras que se siguen perdiendo 10 millones de hectáreas al año. En México, la degradación del suelo es grave o extrema para el 59% del territorio, dijo en entrevista el subgerente de suelos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Jorge Luis García, quien representó a México esta semana durante la COP en Turquía.

Aunque la convención de la ONU contra la desertificación nació principalmente como respuesta a las sequías de los años 80 en África, su alcance dejó de ser regional, ya que 167 países se han reconocido afectados por la degradación del suelo, mientras que 70% del fenómeno se localiza fuera de zonas secas, según la CNULD. Esto significa que la mayor degradación del suelo ocurre en regiones climáticas como la amazonia brasileña, o como los bosques de Michoacán y los manglares de Quintana Roo, en el caso de México.

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