De niño de la calle a piloto: La vida de una persona acogida por la madre Teresa
Guatam Lewis, un antiguo niño de la calle y ahora piloto comercial, ha vuelto a la ciudad donde nació en agradecimiento a la que considera su segunda madre, Teresa de Calcuta, y para dar su testimonio sobre la obra de quien este domingo fue declarada santa por la Iglesia católica.
Lewis es uno de los niños abandonados, enfermo de polio, a los que la madre Teresa dio una segunda vida después de que sus misioneras lo recogieran en las calles de la ciudad india de Calcuta y lo curaran en una de sus casas de acogida.
Convertido ahora en piloto comercial, director de una escuela de pilotaje para discapacitados y embajador de la Unesco en su campaña contra la polio, ha regresado a sus orígenes en Calcuta para mostrar su periplo vital a través de un documental y una exposición en homenaje a la fundadora de las Misioneras de la Caridad.
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Una niñez difícil
Lewis fue recogido a los tres años y llevado por las monjas a la primera casa de acogida para niños fundada por la madre Teresa, Shishu Bhavan.
Allí pasó cinco años, dos de ellos en medio de un calvario de operaciones para salvar sus piernas gravemente afectadas por la poliomielitis, hasta que fue adoptado y comenzó una nueva vida en Londres.
"No te puedes imaginar lo que es para un niño tratar de entender lo que le está pasando en esa situación", comenta sobre lo que recuerda de su infancia en una barriada pobre, "probablemente" la que ahora es conocida como la Ciudad de la Alegría.
A sus 39 años, es consciente de que su niñez "no fue de lo más brillante, pero como se suele decir, siempre hay luz al final del túnel. La madre Teresa me encauzó a un destino diferente".
Apoyado en sus muletas, por la discapacidad que le dejó la polio, tiene el recuerdo de la religiosa llevando a los niños de Shishu Bhavan los domingos a misa en la Casa de la Madre, la sede de las misioneras.
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Condenado entonces a arrastrarse al no poder mover las piernas, la figura de la pequeña monja le parecía grande desde el suelo.
"Y lo sigue siendo. Para mi es mi segunda madre, después de mi madre biológica", recalca quien nunca supo de sus verdaderos padres.
Por eso ha querido dedicarle el documental Madre Teresa y yo, que en 55 minutos recorre casas de acogida de niños, enfermos y ancianos de las misioneras en Calcuta, que se estrenó días antes de la canonización de la religiosa.
"Regresé para contar mi historia con mi propia voz, como uno de los muchos que se han beneficiado de su ayuda", dijo.
Actualmente, la congregación fundada por la madre Teresa de Calcuta cuenta con cerca de 5,000 misioneras en 745 casas de acogida, repartidas por 130 países.
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