Ya terminaron las elecciones en EU, ¿qué es lo que sigue ahora?
Las elecciones en Estados Unidos terminaron con la victoria del republicano Donald Trump, luego de un proceso marcado por una dura competencia entre dos visiones en muchos sentidos radicalmente diferentes sobre cómo conducir a la economía de mayor importancia del mundo.
Y ahora es cuando se inicia en verdad el trabajo duro para el ahora presidente electo, quien debe de cooperar con el gobierno saliente de Barack Obama para llevar a cabo una transición sin grandes sobresaltos entre una presidencia y otra.
El proceso no se hace sin planeación, la cual incluso se empieza a desarrollar antes de las elecciones primarias de cada partido político, designando a nivel preliminar quién conducirá el equipo de transición, definiendo los cambios esperados en cada agencia de gobierno y contactando a candidatos para cada cargo clave.
nullY todo esto ocurre sin que los candidatos hayan ganado siquiera la nominación. Así que es de esperarse que haya habido cambios luego de las primarias, adecuando sus planes y quizás absorbiendo las propuestas de los candidatos que se hayan quedado en el camino.
De hecho el proceso sigue una agenda precisa en cuanto a las tareas que deben ser realizadas, de acuerdo con el bipartidista Centro para la Transición Presidencial.
Primera fase, antes de las elecciones
Primer trimestre del año de elecciones: Decidir en un jefe del equipo de transición.
Mayo: Establecer prioridades y plan de trabajo, así como definir presupuesto y plan de recaudación de fondos.
Junio: Fijar las fechas para nominaciones a funcionarios en el siguiente gobierno e identificar puestos prioritarios.
nullJunio y julio: Trabajar con la Administración de Servicios de Gobierno para definir espacio de oficinas, equipo de informática y recursos financieros.
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Julio: Diseñar un formato estándar para los reportes sobre evaluaciones de agencias de gobierno.
Julio a octubre: Identificar las principales promesas de campaña e identificar prioridades políticas.
Agosto y septiembre: Preparar las autorizaciones de seguridad para el personal clave, el cual tendrá acceso a informes secretos luego de las elecciones.
Agosto a octubre: Contactar y establecer listas de candidatos a los puestos de mayor importancia de la nueva administración.
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Segunda fase, luego de las elecciones
Noviembre: Poner a trabajar a los equipos que evaluarán las agencias de gobierno. Elegir a los más importantes 50 nominados a puestos de Gabinete y alto nivel y al personal clave de la Casa Blanca.
Noviembre y diciembre: Desarrollar los planes de implementación de políticas, presupuesto y administración, enviar las nominaciones del gabinete al Senado para su aprobación.
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Enero: Presentar reportes sobre el estado de las agencias de gobierno a sus nuevos jefes. Preparar la orientación para los nuevos jefes de agencias de gobierno.
Tercera fase, luego del juramento del nuevo presidente
Fines de abril: Cubrir los 100 más importantes puestos que requieren la conformación del Senado.
nullDurante el receso del Congreso en agosto: Cubrir las 300 o 400 nominaciones pendientes.
Un nuevo presidente debe cubrir alrededor de 7,000 cargos en la rama ejecutiva del gobierno, y de ellos, alrededor de 1,200, incluyendo las importantes secretarías de Estado y Defensa, requieren la aprobación del Senado.
Pero muchas veces las cosas no se desarrollan como se espera.
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"Generalmente son confirmadas las nominaciones, pero si uno sigue la política estadounidense verá que los republicanos se han negado a aceptar a los nominados de Obama a la Suprema Corte, por ejemplo", dijo a Expansión Joel D. Aberbach, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de California en Los Ángeles.
"Puede tardar cierto tiempo. Eso depende de cuan controversiales son las candidaturas", agregó.
¿Por qué tarda tanto tiempo?
Desde las elecciones hasta la asunción del nuevo presidente pasan alrededor de 75 días. Aunque obviamente el proceso de transición entre un gobierno y otro, muchas veces entre visiones políticas con grandes diferencias, es extremadamente complicado, en realidad las razones para tomarse tanto tiempo son más bien de naturaleza histórica.
null"Se trata de un sistema que fue desarrollado en un período de tiempo en el que el transporte era lento. Entonces, tenían que permitir que hubiera tiempo suficiente como para que el ganador del cargo pudiera llegar a Washington. Así que había un período de tiempo entre la elección y la toma de posesión. Es un anacronismo que viene de ese período", comenta Aberbach. Al menos, hay suficiente tiempo para avanzar en el proceso.
El inicio de todo
Toda esta maquinaria, sin embargo, se echa a andar con un acto tradicional dentro de cada elección estadounidense, según señala la Oficina de Programas de Información Internacional (IIP) del Departamento de Estado: El discurso de concesión del candidato derrotado en las elecciones.
De acuerdo con un documento de la IIP emitido con motivo de las elecciones de 2008, que ganara el actual presidente Obama, el discurso del candidato derrotado, y el reconocimiento hecho por el victorioso a su declaración, tiene como fin evitar cualquier conflicto que pueda afectar la transición y ayudar a resolver diferencias entre el partido ganador y el perdedor, especialmente ante un proceso de cambio que promete ser complicado.