La Asamblea Nacional de Venezuela avala declarar "crisis humanitaria" en el país
La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó declarar la "crisis humanitaria en materia alimentaria" en el país, un acuerdo enmarcado en "una crisis social sin precedentes" que, aseguran los diputados, tiene a 3 millones de venezolanos "comiendo desperdicios".
La llamada "Declaratoria de crisis humanitaria en materia alimentaria en Venezuela", que fue aprobada de manera unánime este martes, por la oposición parlamentaria y con el voto ausente del bando oficialista, será enviada a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a las Naciones Unidas, entre otros organismos internacionales.
En la declaración se considera que "el modelo económico impuesto por el Ejecutivo nacional basado en estatismo, expropiaciones arbitrarias, controles abusivos de precios y en desprecio de la iniciativa privada en la economía solo ha tenido como resultado el colapso a niveles históricos en la producción nacional".
En el documento se indica que la inflación anualizada, dato que no ha sido ofrecido por el Banco Central desde 2015, ha llegado a 700% y la escasez de productos básicos supera el 90%.
También se considera que las consecuencias en la población de "las malas políticas económicas y el estado crítico de la producción nacional que ellas han ocasionado han llevado a una crisis social sin precedentes que se expresa en 82% de hogares pobres, 73% de personas perdiendo peso".
Se indica en el acuerdo que gracias a estas políticas hay 52% de niños que corren el riesgo de padecer o padecen de desnutrición "y 3 millones de venezolanos comiendo desperdicios".
Se señala, además, que la industria agrícola sufre la escasez de materias primas lo que también dificulta la atención de las necesidades alimentarias de la población.
En el acuerdo se critican los estatales Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que fueron creados hace casi un año por el gobierno de Nicolás Maduro para vender y distribuir alimentos básicos y que, según se indica en el documento, han atendido a "solo el 10 % de la población".
Los CLAP, dice la declaratoria, "no atacan las causas de la crisis alimentaria al ser un mecanismo basado netamente en las importaciones de productos que además propicia la corrupción".
Como parte del acuerdo se decidió crear una comisión especial que analizará las acciones que deben emprenderse "para impedir que la crisis humanitaria siga causando perjuicios irreversibles a los venezolanos".
Esta comisión también identificará las "fuentes de cooperación internacional para combatir el hambre en Venezuela" que incorporen a organizaciones religiosas, delegaciones diplomáticas y organismos internacionales.
Se acuerda exigir al jefe de Estado, Nicolás Maduro, "la inmediata sustitución" del ministro de Alimentación, Rodolfo Marco, y la comparecencia ante la AN del coordinador nacional de los CLAP, Freddy Bernal, y del ministro de Agricultura Productiva, Wilmer Castro Solteldo.
nullOEA
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió este martes suspender a Venezuela del organismo como última medida de presión para que el presidente Nicolás Maduro convoque elecciones, y tras constatar el "fracaso" de todos los intentos de diálogo.
"Aprobar la suspensión del desnaturalizado gobierno venezolano es el más claro esfuerzo y gesto que podemos hacer en este momento por la gente del país, por la democracia en el continente, por su futuro y por la justicia", concluye Almagro en un escrito de 75 páginas dirigido al Consejo Permanente para que lo envíe a los países.
Afirma que, "en la historia cercana" del continente, "no existe un dictador que haya triunfado contra la voluntad colectiva de los países democráticos" y subraya que, desde la aprobación de la Carta Democrática Interamericana en 2001, la región "ha cerrado el paso a cuanto dictador ha intentado perpetuarse como gobernante".
El excanciller uruguayo propone así al Consejo, que integran los 34 Estados miembros, que considere la decisión de suspender a Venezuela del ente, una posibilidad recogida en la Carta si se logra el voto a favor de dos tercios de los cancilleres en una Asamblea General extraordinaria.
Almagro cree que la solución "ideal" a la crisis venezolana es la celebración de "elecciones generales completas a la mayor brevedad" con observadores internacionales para que sean "libres, justas y transparentes", pero si esos comicios no se convocan en un plazo de 30 días, la OEA debe apostar por la suspensión.
Defiende que la OEA "aún tiene la posibilidad de influir sobre la realidad venezolana" con la suspensión del país en el organismo, porque "existen pocas sanciones morales y políticas más fuertes para los gobernantes de un país que la mirada y las medidas que puedan tomar sus pares".