Tras la presidencia, Obama se convirtió en "prisionero de las selfies"

El exmandatario estadounidense dijo que puede pasear por cualquier lugar, siempre y cuando esté dispuesto a fotografiarse con las personas a su alrededor.

El expresidente estadounidense Barack Obama explicó este martes el alivio que siente al verse liberado de las medidas de seguridad que se le imponen al inquilino de la Casa Blanca, y dijo que ahora es un "prisionero de las selfies".

Invitado de honor en una cumbre mundial sobre la alimentación en Milán, en el norte de Italia, Obama recibió el caluroso aplauso de las cerca de 3,000 personas que pagaron entre 650 y 850 euros para poder escucharlo en directo.

Vistiendo traje azul marino y camisa a rayas delgadas, sin corbata, se prestó a una rueda de preguntas-respuestas en un ambiente relajado, dirigida por Sam Kass, su antiguo cocinero y consejero en temas de nutrición.

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El expresidente confesó que en la actualidad se siente "prisionero de las selfies" y precisó: "Puedo pasearme por cualquier lado, siempre y cuando no me importe hacerme un selfie cada dos pasos".

Obama también señaló que los años de presidente le habían enseñado a estar "menos angustiado": "Cuando eres presidente de Estados Unidos, cometes errores todos los días (...) y la mitad del país piensa que eres un idiota", bromeó.

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Lo que no "echa de menos" son las medidas de seguridad, agregó. "Vives en lo que podríamos llamar una burbuja. En una prisión muy bonita".

"No tienes libertad de movimiento, ni siquiera para dar un paseo o sentarte en un café, porque siempre hay alguien de la seguridad a tu alrededor", comentó Obama.