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Estados Unidos y Corea del Norte: más de 70 años de tensión

Tras la guerra de Corea, ambas naciones han tenido relaciones marcadas por fuertes tensiones con cortos periodos de deshielo.
vie 09 marzo 2018 06:56 PM
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Estados Unidos y Corea del Norte Tras la Segunda Guerra Mundial, la Península de Corea quedó dividida. La parte norte apoyada por China y Rusia, y la del Sur protegida por Estados Unidos. (Foto: iStock by Getty Images/donfiore)

Estados Unidos y Corea del Norte, que acordaron el jueves una próxima reunión entre Donald Trump y Kim Jong Un, han tenido tras la guerra de Corea relaciones marcadas por fuertes tensiones, con cortos periodos de deshielo.

La historia entre ambas naciones se remonta a 1945, cuando la ocupación japonesa de la península de Corea culmina con su derrota en la Segunda Guerra Mundial. Corea se divide por el paralelo 38 entre el Norte, gobernado por Kim Il-Sung con el apoyo soviético, y el Sur, protegido por Estados Unidos.

En junio de 1950, Corea del Norte invadió el Sur con el apoyo de China y la Unión Soviética; una coalición encabezada por Estados Unidos retomó Seúl.

En julio de 1953, se firmó un armisticio que nunca llegó a convertirse en tratado de paz, y Washington impuso sanciones a Corea del Norte.

En enero de 1968, Corea del Norte capturó al USS Pueblo, un "buque espía" estadounidense; sus 83 tripulantes fueron liberados tras 11 meses de detención. Según Pyongyang, el buque violó sus aguas territoriales, algo que Estados Unidos negó.

En 1969, Corea del Norte derribó un avión de reconocimiento norteamericano.

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En junio de 1994, el ex presidente estadounidense Jimmy Carter realizó un inédito viaje a Corea del Norte con la autorización del entonces mandatario Bill Clinton.

En octubre de ese mismo año, tres meses después de la muerte de Kim Il-Sung, a quien sucede su hijo Kim Jong-Il, Pyongyang y Washington firmaron un acuerdo bilateral: Corea del Norte se compromete a desmantelar su programa nuclear militar a cambio de ayuda para la construcción de reactores civiles.

Leer también: Estados Unidos y Corea del Norte: ¿una guerra inminente?

En 1998, Corea del Norte disparó un misil balístico de largo alcance. Un año después Kim Jong-Il decretó una moratoria de sus ensayos de misiles y Washington alivió las sanciones.

En octubre de 2000, la entonces secretaria de Estado, Madeleine Albright, se reunió con Kim en Pyongyang.

En enero de 2002, el presidente estadounidense George W. Bush situó a Corea del Norte, Irak e Irán en lo que calificó como "eje del mal".

En octubre de ese mismo año, Washington acusó a Pyongyang de conducir un programa secreto de uranio altamente enriquecido, violando el acuerdo de 1994.

En agosto de 2004, Pyongyang declaró que le es "imposible" participar en nuevas negociaciones con Estados Unidos sobre su programa nuclear, calificando a Bush de "tirano" peor que Hitler y de "imbécil político".

En 2006, Corea del Norte realizó su primer ensayo nuclear.

En octubre de 2008, Washington retiró a Pyongyang de la lista negra de países que apoyan al terrorismo -en la que figuraba desde 1988 por su presunta implicación en la destrucción en 1987 de un avión comercial surcoreano que dejó 115 muertos- a cambio de controlar "todas las instalaciones nucleares" del régimen comunista.

En enero de 2016, el estudiante estadounidense Otto Warmbier fue arrestado y condenado a 15 años de trabajos forzados por el robo de un afiche propagandístico.

Sugerimos: Estados Unidos y Corea del Sur realizan maniobra aérea conjunta

Warmbier murió en junio de 2017, una semana después de su repatriación en estado de coma.
Varios estadounidenses estuvieron detenidos en Corea del Norte durante años antes de recuperar su libertad. Tres norteamericanos siguen detenidos.

El 2 de enero de 2017, Donald Trump afirmó que Corea del Norte nunca podrá desarrollar un arma nuclear capaz de alcanzar territorio estadounidense.

En julio, Pyongyang realizó dos lanzamientos de misiles intercontinentales: "Todo el territorio estadounidense está a nuestro alcance", dice Kim Jong-Un, quien sucedió a su padre -muerto en 2011- en el poder.

El 8 de agosto, Trump prometió "fuego e ira" contra Corea del Norte.

Tres semanas después, el 29 de agosto, Pyongyang lanzó un misil balístico que sobrevoló territorio japonés.

Trump dijo que "discutir" con Corea del Norte "no es la solución".

El 3 de septiembre, los norcoreanos realizaron su sexto ensayo nuclear, afirmando haber probado una bomba H.

Tras haber hecho amenazas ante la ONU de "destruir totalmente" Corea del Norte y de calificar a su dirigente de "hombre cohete", Trump hizo volar el 23 de septiembre bombarderos estadounidenses cerca de las costas norcoreanas.

Pyongyang respondió de inmediato, amenazando con derribar los aviones y acusando a Trump de haber "declarado la guerra".

El 26 de septiembre, Washington sancionó a ocho bancos norcoreanos y a 26 ciudadanos de ese país acusados de nutrir financieramente el desarrollo del programa nuclear de Pyongyang.

Leer también: Rusia rechaza el llamado de Estados Unidos a romper vínculos con Corea del Norte

En febrero de 2018, los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang (Corea del Sur) marcaron un acercamiento entre las dos Coreas y emisarios de ambos países se encontraron en Pyongyang. El consejero de seguridad de la presidencia surcoreana, Chung Eui-yong, dijo que Kim Jong Un mencionó la posibilidad de un "diálogo franco" con Estados Unidos para discutir sobre desnuclearización.

El 8 de marzo, durante una visita a la Casa Blanca, Chung anunció que Kim invitó a Trump a encontrarse en los próximos meses. La presidencia estadounidense confirmó que Trump aceptó la invitación, pero a la vez aseguró que las sanciones contra Pyongyang permanecen vigentes.

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