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Las acciones de Trump insultan los valores democráticos, dice Comey

Los cimientos de EU peligran cuando dejamos de medir a nuestros líderes contra el valor central de la verdad, dice el exdirector del FBI.
mar 17 abril 2018 06:01 AM
Críticas
Críticas El presidente estadounidense ha sido cuestionado por sus polémicas decisiones. (Foto: KEVIN LAMARQUE/REUTERS)

James Comey, ungiéndose a sí mismo como la conciencia moral de Estados Unidos, llamó a esa nación a reconocer que las acciones del presidente Donald Trump contribuyen a una presidencia inmoral y maligna que insulta los valores democráticos centrales.

Comey lanzó un desafío público sin precedentes de parte de alguien de su talla hacia un comandante en jefe en funciones, al enmarcar la crítica más penetrante contra la Casa Blanca de Trump desde una figura de la clase dominante.

“Los cimientos de este país están en peligro cuando dejamos de medir a nuestros líderes contra el valor central de la verdad”, dijo Comey en una entrevista exclusiva con el presentador principal de ABC News, George Stephanopoulos.

Su acusación se produjo al comienzo de una campaña publicitaria mediática para promocionar su libro A Higher Loyalty, que se publicó el martes, 11 meses después de su despido. La acción provocó afirmaciones de que el presidente estaba tratando de obstruir la justicia sobre la investigación de Rusia y condujo al nombramiento de un fiscal especial.

La aparición del exdirector del FBI puso bajo el reflector temas centrales que estarán en juego en los próximos 10 días: ¿qué versión de los hechos encontrarán más creíble los estadounidenses: la del exdirector del FBI o la del hombre que lo despidió? ¿El saludable sentido de Comey de su propio ego y de su lugar en la historia servirá para alejar a los estadounidenses indecisos en lugar de convencerlos de sus argumentos sobre Trump?

nullY, en última instancia, ¿habrá un precio político a pagar para el presidente?

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El alboroto de los medios en torno a la entrevista y sus reverberaciones en Washington también podrían tener consecuencias. El New York Times publicó un artículo de opinión de página completa recordando al presidente que no está por encima de la ley, un recordatorio de cuán reales son los temores a una crisis política sistémica en caso de que Trump intente despedir al fiscal especial Robert Mueller o al vicefiscal general Rod Rosenstein, quien supervisa su investigación.

Opiniones polarizadas

Otra cuestión es si la crítica de Comey acerca del presidente puede atravesar la tormenta permanente que gira alrededor de Trump y fundamentalmente reformar la ya polarizada opinión sobre el comportamiento del presidente.

Una encuesta reciente de ABC News mostró que los estadounidenses encontraron a Comey más creíble que a Trump, por un margen de 48% a 32%. Si la feroz campaña del republicano para desacreditar el libro del exdirector del FBI no logra cambiar esa cifra, eso sugeriría que el presidente sufrirá un daño político duradero.

Pero no es que la opinión de Comey sobre el presidente represente una sorpresa repentina para el electorado. Por ejemplo, sus descripciones de un presidente propenso a mentir están confirmadas por los hechos de los últimos 15 meses. La imagen que pinta de un presidente despide casualmente a sus colaboradores en Twitter y desautoriza a sus principales colaboradores.

Sin embargo, la mayoría de las críticas al presidente por parte de élites como Comey simplemente sirven para solidificar las opiniones de sus partidarios de que está siendo difamado injustamente.

Lee: El libro de James Comey pinta un retrato despiadado de Trump

Comey pidió un momento nacional de reflexión, en el que todos, independientemente de sus visiones partidarias, evalúen al presidente y consideren si él representa una amenaza para Estados Unidos.

La simplicidad de ese desafío parecía un intento de ver directamente hacia el caos, las recriminaciones, los cambios de humor salvajes y los colapsos políticos de los últimos 15 meses, en los cuales la perspectiva ha sido a menudo la víctima de la siguiente atrocidad.

Comey subestimó las anteriores teorías de algunos críticos de Trump de que el presidente es incapaz o mentalmente inadecuado para el trabajo, argumentando que lo que él ve como una presidencia impulsada por el ego basada en mentiras, exigencias de lealtad de sus subordinados y engaño calculado no es accidental.

“Me parece una persona de inteligencia superior a la media que sigue las conversaciones y sabe lo que está pasando. No creo que sea médicamente incapaz de ser presidente. Creo que es moralmente incapaz de ser presidente”, dijo Comey.

“Una persona que ve la equivalencia moral en Charlottesville, que habla y trata a las mujeres como si fueran trozos de carne, que miente constantemente sobre asuntos grandes y pequeños, y que insiste en que el pueblo estadounidense lo crea, esa persona no es apta para ser presidente de Estados Unidos, por razones morales”, agregó.

Comey enfatizó que no estaba defendiendo un punto político, al decir que no le importaba lo que la gente piense acerca de asuntos polémicos como las armas o la inmigración.

“Hay algo más importante que eso, (algo) que nos debe unir a todos, y eso es que nuestro presidente debe encarnar el respeto y adherirse a los valores que están en el corazón de este país. Lo más importante siendo la verdad. Este presidente no es capaz de hacer eso. Es moralmente incapaz de ser presidente”, apuntó.

Contraste en personalidad

Las maneras deliberativas y forenses de Comey contrastaron con las diatribas emocionales y airadas en las que su némesis, Trump, prefiere comunicarse y quedaron exhibidas en otro día extraordinario en el melodrama de la actual presidencia.

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“El resbaladizo James Comey, un hombre que siempre termina mal y fuera de control (¡no es inteligente!), pasará a la historia como el PEOR Director del FBI, por mucho”. Trump escribió en Twitter el domingo, desde su cuenta @realDonaldTrump.

La entrevista de Comey también dejó al descubierto el choque más fundamental entre él y el presidente. El exdirector del FBI es un hombre que venera las instituciones de justicia y gobierno. Trump ha demostrado por su comportamiento y comentarios públicos —por ejemplo lamentándose de cómo no puede controlar el Departamento de Justicia—, que los ve como síntomas de una clase de poder corrupta.

Aun así, Comey dijo que su solución preferida para la presidencia de Trump no sería la impugnación, sino el rechazo de los votantes.

“Creo que el proceso de impugnar y destituir a Donald Trump dejaría al pueblo estadounidense desprotegido y haría que indirectamente sucediera algo que creo que están obligados a hacer directamente. La gente en este país necesita pararse e ir a las casillas de votación y votar según sus valores”, dijo Comey.

La entrevista no pareció contener ninguna nueva información relevante para las preguntas en el centro de la investigación de Mueller sobre la presunta colusión entre la campaña de Trump en 2016 y Rusia, y si el presidente obstruye la justicia.

Pero Comey tampoco descarta la posibilidad de que Trump haya sido comprometido por una operación de inteligencia rusa.

“Es impactante y desearía no estarlo diciendo, pero es simplemente... es la verdad. No puedo decir eso. Siempre me ha parecido y aún me parece poco probable, y hubiera podido decir con gran confianza sobre cualquier otro presidente con el que haya tratado. Pero no puedo; es posible”, declaró Comey.

Fue un paso más allá en una entrevista con USA Today que se publicó poco después de la emisión de ABC.

“Hay una posibilidad distinta de cero de que los rusos tengan algo, algo de influencia sobre él que esté arraigada en su experiencia personal, y no sé si eso es el asunto de la actividad en una habitación de hotel en Moscú o en finanzas u otra cosa”, expuso.

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La referencia de la habitación del hotel aparentemente es respecto a una afirmación de que las autoridades rusas grabaron a Trump mirando a prostitutas orinar en la habitación de un hotel. La acusación fue incluida en un dosier, partes del cual siguen sin ser confirmadas, que fue encargado como investigación de la oposición durante las elecciones de 2016 y compilado por un exagente de inteligencia británico, Christopher Steele.

No hay indicios de que exista tal cinta y Trump la ha negado con vehemencia.

¿Superioridad moral?

El libro de Comey, y la gira en medios de comunicación en la que se ha embarcado, también destaca algunas de las críticas sobre su propio carácter y comportamiento que están ayudando a moldear la presión del equipo de Trump en su contra.

Aunque bien es posible que no merezca ser calificado de “caradura”, como lo hizo Trump el domingo, Comey corre el riesgo de parecer un exempleado disgustado y que busca venganza por su despido. Él tiene un sentido muy desarrollado de su propia moralidad y a veces presume de una superioridad moral.

También plantea la cuestión de si está dañando aún más el credo del FBI de ser apolítico al organizar un ataque frontal de ese tipo contra un presidente en funciones.

El feroz contraataque de Trump, de la Casa Blanca y del Comité Nacional Republicano es menos un intento por defender el comportamiento del presidente o de rebatir los puntos de Comey que de plantear preguntas sobre su integridad y motivaciones con el fin de desprestigiar su devastador ataque contra Trump.

“La gira publicitaria de James Comey reafirma que su verdadera lealtad es hacia él mismo”, dijo la presidenta de RNC, Ronna McDaniel, en un comunicado emitido al final del programa ABC News el domingo por la noche. “Lo único peor que la historia de conductas inapropiadas de Comey es su disposición a decir cualquier cosa para vender libros. No tiene credibilidad y el presidente Trump hizo bien en atender los llamados bipartidistas para que fuera despedido”.

El equipo de Trump ha aprovechado la aceptación de Comey de que reabrió la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton días antes de las elecciones porque pensaba que ganaría y no quería que se viera comprometida como presidenta por la idea de que el FBI hubiera ocultado el hecho de que todavía la estaba investigando.

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“El tipo sabía exactamente lo que estaba haciendo. Pensaba que Hillary Clinton iba a ganar. Y pensó que eso lo cubriría”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca Sarah Sanders en el programa This Week de ABC News el domingo.

“Cuando la persona que se supone debe liderar la más alta agencia de aplicación de la ley en nuestro país comienza a tomar decisiones basadas en entornos políticos, en lugar de en lo que es correcto e incorrecto, realmente es una postura peligrosa”, dijo.

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