Trump usa supuestas víctimas de inmigrantes para defender su política migratoria
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió este viernes las polémicas políticas inmigratorias impulsadas por su gobierno utilizando los testimonios de 15 familiares de personas asesinadas supuestamente por inmigrantes indocumentados.
En un intento de alejar la atención de las medidas que llevaron a separar a niños de sus padres en la frontera con México, en una conferencia en la Casa Blanca el republicano regresó su discurso al argumento de que la inmigración ilegal está relacionada directamente con los índices de criminalidad en Estados Unidos.
“Ustedes creen que las personas a las que defienden son mejores personas que los estadounidenses, pero no es así”, dijo el presidente en referencia a las críticas contra su gobierno por la separación de familias inmigrantes en la frontera sur.
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Trump criticó también a las ciudades santuario, culpándolas de liberar a miles de criminales. “Más de 8,000 jóvenes criminales, realmente de los peores, fueron tomados en custodia y luego fueron liberados en esas ciudades”, aseguró el presidente.
Una fuente de la Casa Blanca dijo que la reunión estaba programada desde hace varias semanas, pero se produce dos días después de que Trump se viera obligado a ordenar que su gobierno dejara de separar a niños de sus padres en la frontera, debido al aluvión de críticas que recibió esa medida en todo el mundo.
En lugar de ser separados de sus padres al cruzar la frontera, como ocurría desde abril, a partir de ahora los niños indocumentados serán retenidos indefinidamente junto a sus familiares en centros de detención de inmigrantes, según el decreto firmado por Trump.
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Este jueves, Trump pidió además a su Ejecutivo que actúe para reunir con sus padres a los más de 2,300 niños que han sido separados de ellos desde abril, aunque aún hay incógnitas sobre cómo se desarrollará ese proceso.
La mayoría de los invitados a la Casa Blanca para la reunión con Trump tenían hijos adolescentes o en los veinte, que fueron supuestamente asesinados por indocumentados, según información proporcionada a Efe por la Casa Blanca.
Desde la campaña electoral, Trump ha relacionado la inmigración irregular con un aumento de la criminalidad procedente del narcotráfico con el fin de justificar la necesidad de una política migratoria más dura, pese a que las estadísticas oficiales no sostienen sus afirmaciones.
Datos del censo correspondientes a entre 1980 y 2010 muestran que en EU los hombres inmigrantes entre 18 y 49 años tienen entre la mitad y una quinta parte menos de probabilidades de ser encarcelados por haber cometido un crimen que los nacidos en el país.
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