Europa perfila castigo a Italia por desorden financiero
BRUSELAS- La Comisión Europea rechazó de nuevo este miércoles el plan presupuestario de Italia para 2019 por no respetar las reglas europeas y allanó el camino a posibles sanciones financieras contra el gobierno de Roma, una coalición de ultraderechistas y antisistema.
"Con lo que el gobierno italiano ha puesto sobre la mesa, vemos un riesgo de que el país se hunda ciegamente en la inestabilidad (...) La apertura de un procedimiento de déficit excesivo basado en la deuda no está justificado", anunció en una rueda de prensa el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis.
El anuncio de la Comisión, cuyo procedimiento, de abrirse, puede desembocar en sanciones económicas contra Italia, era esperado, máxime cuando el gobierno italiano se negó a revisar su presupuesto expansionista rechazado por primera vez por Bruselas a finales de octubre.
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Valdis Dombrovskis explicó este miércoles que, "con una situación de endeudamiento muy elevado, Italia prevé esencialmente un importante endeudamiento adicional en lugar de la necesaria prudencia fiscal".
La Comisión publicó un informe detallado en el que estima que el presupuesto italiano no permitirá a la tercera economía de la zona euro reducir su enorme deuda, situada en torno al 130% del PIB.
Bruselas rechaza en particular que el gobierno italiano "prevé dar un importante paso atrás con respecto a las anteriores reformas estructurales que fomentan el crecimiento, en particular, las reformas de las pensiones aplicadas en el pasado".
Esta publicación constituye una primera etapa necesaria hacia el lanzamiento de un procedimiento de déficit excesivo, que podría hacerse efectivo en diciembre o enero al término de un proceso complejo que necesita la aprobación de otros países del bloque.
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Si Bruselas inicia este procedimiento e Italia sigue negándose a modificar su presupuesto, durante el próximo verano boreal se podrían adoptar sanciones financieras contra Roma de hasta el 0.2% de su PIB, es decir, unos 3,400 millones de euros.
Para los analistas, estas sanciones siguen siendo hipotéticas y únicamente una fuerte tensión en los mercados financieros podrían llevar al gobierno italiano a revisar su presupuesto.
La Comisión se encuentra en una peligrosa encrucijada con Italia: Debe mostrar su firmeza y evitar, a su vez, agitar mucho los mercados para que las preocupaciones no se propaguen al conjunto de la zona euro, que se recuperó de una reciente crisis de la deuda.
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"La crisis nos ha enseñado que una unión económica y monetaria, la responsabilidad de llevar a cabo una política sólida y responsable no se detiene en las fronteras nacionales", dijo el martes Mário Centeno, presidente del Eurogrupo que reúne a los 19 ministros de Finanzas de la zona euro.
"Estoy preocupado"
El gobierno italiano prevé un déficit público del 2,4% del PIB en 2019 y de un 2,1% un año después. La Comisión considera poco realistas estas previsiones, ya que, en su opinión, el déficit italiano alcanzará el 2,9% y el 3,1%, respectivamente.
Los desacuerdos entre Italia y la Comisión también afectan a la previsión de expansión para 2019, con el gobierno italiano abogando por un 1,5% y Bruselas por un 1,2%. El Instituto Italiano de Estadísticas (Istat) proyecta por su parte un 1,3%.
La preocupación sobre el presupuesto afectó de nuevo a los mercados la víspera. La Bolsa de Milán cerró con una caída del 1,87%, mientras que el 'spread', la diferencia entre los bonos italianos y alemanes, alcanzó ese día los 336 puntos básicos, un nivel no alcanzado desde abril de 2013.
"Por su puesto, estoy preocupado" de este nivel de 'spread', declaró el martes el ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, sin evocar en cambio una eventual modificación del presupuesto.
Para los analistas de Eurasia Group, "si los mercados se vuelven más violentos", esto representaría "un doloroso revés para el gobierno" italiano y daría lugar -de manera "menos probable"- al "desmantelamiento de la coalición" y "elecciones anticipadas".
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, debe cenar el sábado por la noche en Bruselas con el jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte, la víspera de una cumbre extraordinaria de la UE sobre el brexit.
