¿Qué está pasando en Libia? Esto es lo que sabemos
Libia está sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar el Gadafi en 2011 con dos autoridades que se disputan el poder desde hace años: el Gobierno de Unión Nacional (GNA) de Trípoli, la capital, instalado en 2015 y reconocido por la comunidad internacional, y el Ejército Nacional de Liberación (ENL), que controla el este del país.
La ofensiva contra Trípoli, lanzada por el mariscal Jalifa Haftar, jefe del ENL, ya ha dejado docenas de muertos y ha sido condenada internacionalmente, aumentando el riesgo de una guerra abierta en el país.
¿Qué pasó?
El 4 de abril, las tropas de Haftar comenzaron una ofensiva hacia Trípoli, y el gobierno de Fayez al Sarraj ordenó a sus fuerzas prepararse para resistir. Al día siguiente, las fuerzas de Haftar fueron detenidas en su avance a menos de 30 kilómetros de la capital. Dos días después, Haftar dijo haber bombardeado un suburbio de la ciudad.
El lunes se suspendieron los vuelos en el único aeropuerto que funciona en Trípoli, luego que una de sus pistas fuera el blanco de un bombardeo por un avión no identificado.
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¿Cuántas personas han muerto?
Al menos 32 personas murieron y otras 50 resultaron heridas desde el jueves, cuando inició la ofensiva de las fuerzas del mariscal Haftar contra la capital libia, según el último balance difundido este lunes por el GNA, que está basado en Trípoli.
Varias víctimas son civiles, afirmó el ministro de Salud, A'Hmid Omar, en una declaración televisiva.
Por su parte, el sábado, el ENL de Haftar comunicó que 14 de sus soldados habían muerto en la ofensiva hacia Trípoli.
¿Por qué atacar Trípoli?
Una conferencia nacional bajo patrocinio de la ONU, prevista a mediados de abril en Gadamés en el sureste libio, tuvo como objetivo establecer una "hoja de ruta" que incluya elecciones para intentar sacar al país del callejón sin salida.
Haftar consideró que esa "conferencia nacional es un foro en el que los actores deben mostrarse dispuestos a aceptar su supremacía absoluta" opina Jalel Harchaui, investigador del instituto Clingendael de La Haya a la agencia AFP. Y decidó lanzar su ofensiva.
Amparado por sus éxitos militares en el este y sur del país, el mariscal Haftar —que dice controlar la mayor parte de Libia— se siente alentado por el "silencio de la comunidad internacional ante sus precedentes operaciones (...) de expansión en el sur", donde cerró alianzas tribales para extender su influencia, afirma Tarek Megerisi, analista del Consejo europeo para las relaciones internacionales.
¿Cuál es el papel de Italia y Francia?
Consciente del creciente poder que acumulaba Haftar, apoyado por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, el presidente francés Emmanuel Macron invitó al oficial a París en julio de 2018 y le concedió así una legitimidad política que ansiaba, y de la que carecía, pese a ser ya el hombre fuerte del país, reportó la agencia EFE.
El movimiento diplomático de Macron supuso un revés para la política que seguían hasta entonces tanto Italia como la mayoría de la Unión Europea, alineada con el GNA, el gobierno impuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2016 en Trípoli.
Un año antes, el gobierno italiano había dado luz verde a los servicios de inteligencia italianos para negociar con las principales mafias de contrabando de personas en el norte de Libia y convencerlas de que aceptaran transformarse en la nueva Guardia Costera, entrenada y armada desde Europa, para frenar la migración que desde allí llega a Italia.
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"La decisión de Macron (de invitar a Hafter) supuso un antes y un después en el conflicto en Libia", explicó a EFE Mohamad Zubber, periodista y analista libio.
"No solo impulsó a Haftar, sino que devolvió a Francia el protagonismo que había perdido en Libia a favor de Italia, que era la que dictaba la política y que no quería a Haftar ni en pintura", coincidió un diplomático europeo establecido en Túnez que pidió no ser identificado, citado por esta agencia de noticias.
¿Qué dice el resto de la Comunidad Internacional?
A pesar del temor a una guerra generalizada en el país petrolero, las grandes potencias fueron incapaces de ponerse de acuerdo en la ONU sobre una declaración que pida a las fuerzas de Haftar poner fin a la ofensiva contra la capital libia.
La declaración, examinada el domingo por el Consejo de Seguridad, tenía entre otros el apoyo de Estados Unidos, pero fue bloqueada por Rusia, que quiere que haya un llamamiento "a todas las partes" para evitar "un baño de sangre".
El secretario de Estado de Estados Unidos indicó el domingo que su país estaba "profundamente preocupado" por los combates que tienen lugar en los alrededores de Trípoli, y que está buscando un "cese inmediato" a la ofensiva de las fuerzas de Jalifa Haftar.
¿Y el petróleo?
El precio del petroleó subió este lunes, cuando los violentos enfrentamientos políticos en Libia hicieron temer por una reducción de la oferta.
El barril de Brent del mar del Norte para entrega en junio cerró a 71.04 dólares, tras ganar 1.01% y llegar a su mejor precio desde el 11 de de noviembre de 2018.
"La violencia en Libia está cautivando al mercado", dijo John Kilduff, socio de Again Capital LLC en Nueva York, de acuerdo con Reuters. "Dados los intensos esfuerzos de Arabia Saudita y otros países por limitar la producción, hay una sensación de que perder el petróleo de Libia, nuevamente, tendrá como consecuencia una crisis de suministro", agregó.