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El 90% de los planes contra el cambio climático ignoran las cadenas alimentarias

Reducir el consumo de carne y el desperdicio de alimentos puede disminuir hasta 12.5 gigatoneladas de emisiones anuales de dióxido de carbono, de acuerdo un estudio de Naciones Unidas.
mar 01 septiembre 2020 05:48 PM
Una alimentación basada en plantas
Un cambio a dietas más saludables y sostenibles con una mayor proporción de alimentos de origen vegetal que de origen animal reduciría 8 gigatoneladas las emisiones de dióxido de carbono.

Los países han ignorado dos de las estrategias más efectivas para combatir el cambio climático en sus planeas de acción: la reducción de consumo de carne y la disminución del desperdicio de alimentos, indicó este martes el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambientes (PNUMA).

De acuerdo con el estudio Mejorar las contribuciones determinadas a nivel nacional para los sistemas alimentarios —elaborado por el PNUMA, WWF, EAT y Climate Focus— más del 90% de los de los compromisos nacionales asumidos con el Acuerdo de París no toman en cuenta todo el sistema alimentario.

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Los sistemas alimentarios —que combinan todos los elementos y actividades relacionados con la producción, procesamiento, distribución, preparación y consumo de alimentos— representan hasta el 37% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, destacó la ONU en un comunicado.

Si se continúa en la trayectoria actual, el sector agotará por sí solo los presupuestos de emisiones compatibles con la trayectoria de 1.5 grados para todos los sectores.

"Las dietas y la pérdida y el desperdicio de alimentos son ampliamente ignorados en los planes actuales, pero, al considerarlos, los países pueden mejorar sus contribuciones de mitigación y adaptación de los sistemas alimentarios hasta 25%", señaló el PNUMA.

Estas medidas pueden reducir las emisiones hasta en 12.5 giga toneladas de dióxido de carbono, lo que equivaldría a retirar 2,700 millones de automóviles de las carreteras.

"Si no se adoptan medidas sobre la forma en que producimos y consumimos alimentos, no podremos alcanzar nuestros objetivos en materia de clima o biodiversidad, que son la base para lograr la seguridad alimentaria, prevenir la aparición de enfermedades y, en última instancia, cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible", dijo Marco Lambertini, director general de WWF-Internacional, de acuerdo con un comunicado.

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En virtud del Acuerdo de París de 2015, se espera que los países revisen o vuelvan a presentar sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) cada cinco años. El plazo de la revisión se cumple este año.

Las organizaciones firmantes del acuerdan esperan que los países firmantes del acuerdo adopten soluciones para los sistemas alimentarios, establezcan objetivos y medidas más ambiciosos con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, a su vez, mejorar la seguridad alimentaria, la salud pública y la protección de la biodiversidad.

"Instamos a los gobiernos a que incluyan enfoques de sistemas alimentarios positivos para el clima y la naturaleza en los NDC revisados y más ambiciosos que se presenten este año", dijo Lambertini.

Hasta agosto de 2020, se han enviado 15 actualizaciones y revisiones de los planes nacionales y, aunque algunas incluyen agricultura, aún faltan acciones.

“Los primeros indicios apuntan a que se seguirá ignorando el consumo sostenible y la pérdida y el desperdicio de alimentos en el proceso de revisión. Ninguna de las actualizaciones y revisiones enviadas las menciona en sus contribuciones o políticas y medidas de mitigación”, asegura el informe.

“La pandemia ha expuesto la fragilidad de nuestros sistemas de suministro de alimentos, desde cadenas de valor complejas hasta impactos en nuestros ecosistemas. Pero también ha demostrado que las empresas y las personas están preparadas para reconstruir mejor”, aseguró la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.

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Andersen recalca que la crisis actual ofrece la oportunidad de repensar radicalmente cómo se producen y se consumen los alimentos.

“Por ejemplo, reorientar el consumo reduciendo a la mitad el desperdicio de alimentos y catalizando un cambio hacia dietas más ricas en plantas, también es una poderosa herramienta para aprovechar la mitigación del clima”, agregó.

El informe identificó 16 medidas que pueden ser efectivas para reducir la emisión de dióxido de carbono. Algunas de las principales son las siguientes:

  • Reducir los cambios de uso del suelo y la conversión de hábitats naturales puede disminuir las emisiones en 4.6 gigatoneladas de dióxido de carbono por año.
  • Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, que representa el 8% de todas las emisiones mundiales, podría disminuir las emisiones en 4,5 gigatoneladas de CO2 por año. Sólo 11 países mencionan actualmente la pérdida de alimentos en sus planes y ninguno considera el desperdicio de comida.
  • Mejorar los métodos de producción y reducir las emisiones de metano del ganado podría reducir las emisiones hasta 1.44 gigatoneladas por año, pero podrían lograrse reducciones mucho mayores (hasta de 8 gigatoneladas de dióxido de carbono) cambiando a dietas más saludables y sostenibles con una mayor proporción de alimentos de origen vegetal que de origen animal. Ningún plan climático nacional actual discute explícitamente dietas más sostenibles.

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