Diego Lopes da Silva, uno de los autores del informe, declaró a la AFP que no se esperaban esta evolución. "Debido a la pandemia, uno podría pensar que el gasto militar disminuiría", dijo. "Pero se puede concluir con cierta certeza que el covid-19 no tuvo un impacto significativo en el gasto militar global, al menos en 2020", aseguró.
Sin embargo, advirtió que aún es pronto para sacar conclusiones a largo plazo, porque los países podrían necesitar tiempo para "adaptarse al impacto".
El hecho de que el gasto militar siguiera aumentando en un año marcado por la recesión económica significa que la proporción del gasto militar en el PIB total también ha subido.
Esta parte progresó de 2.2% a 2.4%, el mayor aumento anual desde la crisis financiera de 2009.
El año pasado, 12 países de la OTAN dedicaron al menos el 2% de su PIB a sus fuerzas armadas, el objetivo establecido por la organización, en comparación con solo nueve en 2019.
Los casos de Chile y Brasil
Pero hay indicios de que la pandemia ha afectado a algunos países. Chile o Corea del Sur han preferido reorientar parte de este gasto planificado para responder a la crisis sanitaria.
"Otros países, como Brasil y Rusia, no han dicho explícitamente que lo reasignaron debido a la pandemia, pero han gastado considerablemente menos que su presupuesto original para 2020", afirmó Lopes da Silva.
Por el contrario, Hungría aumentó el gasto militar "como parte de un plan de estímulo en respuesta a la pandemia", agregó.
El experto señaló que muchos países respondieron a la crisis económica de 2008-2009 con medidas de austeridad, pero "esta vez podría no ser el caso".
Los dos países que más gastaron fueron Estados Unidos y China (el primero representa el 39% del gasto militar mundial y el segundo el 13%).
El gasto militar de China ha aumentado de manera constante durante 26 años, en línea con el crecimiento de su economía. Estados Unidos también aumentó su gasto por tercer año consecutivo en 2020, después de siete años de declive.
"Esto refleja las preocupaciones crecientes sobre las amenazas percibidas de rivales estratégicos como China y Rusia, así como la voluntad de la administración Trump de reforzar lo que consideraba un ejército estadounidense agotado", comentó Alexandra Marksteiner, coautora del informe, en un comunicado.
Diego Lopes da Silva señaló que la nueva "administración de Biden no ha dado indicaciones de que vaya a reducir el gasto militar".