Sin medicinas ni comida: la ONU advierte de una crisis humanitaria en Afganistán

El país controlado por los talibanes solo cuenta con suministros médicos para una semana, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
Unos 50,000 extranjeros y afganos han abandonado el país desde el aeropuerto de Kabul tras la toma del poder por los talibanes hace 10 días, de acuerdo a Washington.

La caída del gobierno de Afganistán y la toma de control de los talibanes ha puesto al país en una delicada situación. Su precaria economía, altamente dependiente del apoyo internacional, podría verse afectada por sanciones y menos recursos. Esto puede empujar a los afganos a una crisis humanitaria aún más grave que la que ya viven.

Varias agencias y programas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicaron este martes que a los afganos les espera una “catástrofe humanitaria” este invierno si la comunidad internacional no proporciona ayuda.

Durante una conferencia de prensa en línea desde Ginebra, la subdirectora regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para Asia y el Pacífico, Anthea Webb, dijo que la organización pudo transportar 600 toneladas de alimentos a Afganistán esta semana y ayudar a 80,000 personas.

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Esta cifra se suma a los más de 5 millones de personas que el PMA ya pudo ayudar desde principios de año.

Uno de cada tres afganos sufren inseguridad alimentaria

Según la agencia de Naciones Unidas, uno de cada tres afganos sufre inseguridad alimentaria debido a los efectos combinados de la guerra y el calentamiento global.

Mas allá del conflicto, los afganos padecen ya una graves crisis alimentaria y 2021 es un “año extremadamente difícil”, dijo la encargada del OMA en Afganistán, Mary-Ellen McGroarty en entrevista con la agencia AFP.

El martes, el PMA pidió a la comunidad internacional que acelere las operaciones destinadas a posicionar anticipadamente la ayuda humanitaria de cara al invierno que se acerca.

"Habitualmente, en esta época del año, el PMA se ocupa de posicionar anticipadamente reservas de alimentos en los almacenes y dentro de las comunidades de Afganistán, que luego se distribuyen a las familias afganas necesitadas antes de que sean interrumpidas por las brutales nevadas del invierno", dijo Webb.

"Este año, sin embargo, con los bajos niveles de financiación y las necesidades crecientes, corremos el riesgo de quedarnos sin harina de trigo, nuestro principal suministro, desde octubre. Solo nos quedan unas pocas semanas para asegurar la financiación necesaria de los donantes y establecer reservas de alimentos antes de que la nieve bloquee los pasos de montaña", dijo.

Una vez que haya nieve, será demasiado tarde para ayudar al pueblo afgano, advierte el PMA, según el cual una de cada tres personas pasa hambre en Afganistán.

Además de las consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19, "el país se enfrenta a la segunda sequía severa en tres años. La gente apenas se está recuperando de la sequía de 2017/2018", afirmó Mc Groarty, jefa del PMA en Afganistán.

"Ha habido una reducción del 40% de la cosecha de trigo, resultado de uno de los inviernos más secos de los últimos 30 años. Hemos tenido muy poca nieve en Kabul este año", por lo que el suministro de agua en la época de deshielo es muy escaso, añadió, citando un "impacto devastador en el ganado".

Esta situación está lógicamente agravada por el conflicto que afecta a todo el país, con "agricultores que no pueden cosechar" y que han "huido de sus casas" y "huertos destruidos”.

La destrucción de infraestructuras, como puentes, represas y carreteras, también ha comprometido el acceso a los alimentos, lamentó la responsable de ese programa de la ONU.

El impacto combinado del conflicto y la sequía ha conllevado una inflación de los precios de alimentos básicos: el trigo es un 24% más caro que la media de los últimos cinco años.

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"La situación es desastrosa. Los últimos análisis indican que 14 millones de personas ya se encuentran en riesgo de hambruna severa o aguda, es decir, una persona de cada tres. Y dos millones de niños están en riesgo de desnutrición", advirtió McGroarty.

Material médico para una semana

Sobre la situación sanitaria, las noticias tampoco son alentadoras. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó este martes que solo dispone de material médico en Afganistán para una semana, ante la imposibilidad de hacer llegar suministros al país.

"Ahora mismo la OMS sólo tiene suficientes suministros en el país para una semana", señaló el director regional de la organización para el Mediterráneo Oriental, Ahmed al Mandhari, en una conferencia de prensa virtual.

"Ayer (lunes), el 70% de estos suministros fue entregado a los centros sanitarios", añadió.

Al Mandhari explicó que más de 500 toneladas métricas de material sanitario destinadas al país asiático están bloqueadas en Dubái, ante la imposibilidad de enviarlas vía aérea por la situación caótica en el aeropuerto de Kabul.

"Aquellos países que envían aviones vacíos para recoger a evacuados no se sienten en condiciones de brindarnos ayuda", confió Mandhari.

Esta escasez, añadió el director regional, coincide con un aumento de las necesidades en el país debido a los últimos eventos.

La OMS teme que se produzca un nuevo pico en los contagios de la Covid-19, debido al movimiento de desplazados internos, que podría llevar a una mayor transmisión del virus.

Hasta la semana pasada se habían registrado en Afganistán 158,600 casos acumulados desde el inicio de la pandemia y el número de nuevos contagios diarios estaba disminuyendo, aunque apenas un 5 % de la población, unos dos millones de personas, está vacunada.

El domingo, OMS y UNICEF solicitaron en forma conjunta que "se establezca de inmediato un puente aéreo humanitario fiable y dinámico para poder enviar suministros" a Afganistán.

"Inclusive antes de los acontecimientos ocurridos en las últimas semanas, Afganistán ya representaba la tercera mayor operación humanitaria en el mundo, con más de 18 millones de personas con necesidades de asistencia" sanitaria, rezaba en un pasaje el comunicado dominical.

Por otro lado, el organismo indicó que ha recibido informes de un incremento en los casos de diarrea, alta presión sanguínea, complicaciones en salud reproductiva, malnutrición, traumas y emergencias.

Su director regional de Emergencias, Richard Brennan, indicó que la OMS ha recibido ofertas de vuelos para llevar el material bloqueado a Afganistán y que esperaba tener "noticias alentadoras" al respecto "en los dos próximos días".

Por su parte, el representante de la OMS en el país asiático, Dapeng Luo, afirmó que los talibanes están apoyando de momento el trabajo de la organización y no están presionando a su personal, pese a lo cual algunas de sus empleadas mujeres no habían acudido a trabajar, e incluso habían renunciado, "debido a la situación de inseguridad”.

La OMS cuenta actualmente con 684 personas trabajando en 34 provincias de país, que antes de que estallase la actual crisis, ya era el escenario de la tercera mayor operación humanitaria del mundo a causa de la "guerra, el desplazamiento, la sequía, el hambre y, por supuesto, la pandemia de COVID-19", apuntó Daeng.

También admitió que, aunque tanto hombres como mujeres, estaban haciendo uso de sus servicios, "algunas pacientes temen salir de casa a menos que se encuentren en unas condiciones de riesgo para su vida”.

Unos 50,000 extranjeros y afganos han abandonado el país desde el aeropuerto de Kabul tras la toma del poder por los talibanes hace 10 días, de acuerdo a Washington.

Muchos afganos temen que el nuevo gobierno de los talibanes repita la interpretación extrema de la ley musulmana (Sharia) de cuando ostentaran el poder entre 1996 y 2001, o sufrir represalias por haber trabajado para el gobierno respaldado por Estados Unidos en las últimas dos décadas.

Con información de AFP y EFE