El estreptococo B, una bacteria que las embarazadas pueden transmitir a sus bebés, causa anualmente unas 150,000 muertes de recién nacidos al año, una cifra que podría reducirse si se impulsara la investigación de vacunas tras 30 años de estancamiento, advirtió este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un nuevo informe que por primera vez muestra el impacto global de esta bacteria, elaborado por la OMS junto a la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM), también recuerda que causa medio millón de partos prematuros anuales.