El presidente Joe Biden dijo el mes pasado que estaba considerando un boicot diplomático en medio de críticas al historial de derechos humanos de China, incluido lo que Washington dice que es un genocidio contra las minorías musulmanas en su región occidental de Xinjiang.
El boicot diplomático no afectaría la asistencia de los atletas estadounidenses, señaló. "Los atletas del equipo de Estados Unidos cuentan con todo nuestro apoyo. Los apoyaremos al 100% mientras los animamos desde casa".
Más temprano el lunes, Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, había señalado que quienes piden un boicot están siendo "grandilocuentes" y deberían dejar de hacerlo "para no afectar al diálogo y la cooperación entre China y Estados Unidos en ámbitos importantes".
"Si Estados Unidos insiste en aferrarse voluntariamente a esta trayectoria, China tomará contramedidas contundentes", dijo en una conferencia de prensa.
Funcionarios chinos señalan que han recibido más de 1.500 solicitudes del Comité Olímpico de Estados Unidos, que es responsable de enviar los nombres de los atletas para asistir a los Juegos de Invierno, programados para febrero.
No obstante, citan estrictas restricciones de COVID-19 para los planes para limitar la asistencia de espectadores, y los medios estatales chinos han dicho que Pekín no tiene la intención de invitar a políticos occidentales que hayan amenazado con un boicot.
El presidente ruso, Vladimir Putin, es el único líder de un país importante que ha aceptado la invitación de China para asistir a la cita deportiva.
Con información de AFP y Reuters