"No se parece a nada que haya visto"
Los rastreadores de tormentas aseguraron que la del fin de semana levantó escombros hasta 9.100 metros en el aire y en Mayfield parece haber roto un récord de casi un siglo, al surcar más de 320 kilómetros en tierra.
"La devastación no se parece a nada que haya visto en mi vida", dijo Beshear.
En otras partes de Kentucky, y también en los estados de Misuri, Illinois, Tennessee y Arkansas, se registraron escenas similares de edificios destruidos, infraestructura metálica retorcida, vehículos volcados, árboles rotos y ladrillos esparcidos por las calles.
Desde el extranjero llegaron numerosas muestras de solidaridad. El presidente ruso, Vladimir Putin, presentó sus "más sinceras condolencias", y el papa Francisco dirigió sus oraciones desde la Plaza de San Pedro a los habitantes de Kentucky.
"Nueva normalidad"
Mayfield, una ciudad de 10,000 personas cerca de la punta más occidental de Kentucky, fue declarada como "zona cero" del desastre. Cuadras enteras fueron arrasadas, casas históricas y edificios destruidos, árboles sin ramas y automóviles volteados en los campos.
Entrevistada por NBC, la alcaldesa de Mayfield, Kathy O'Nan, pareció atemperar la posibilidad de un milagro: "Todavía hay esperanza. Pero, ahora mismo, lo que esperamos es un refugio cálido para nuestros sobrevivientes".
El presidente Biden subrayó que los fenómenos meteorológicos eran "más intensos" con el calentamiento global, pero no estableció una relación causal directa entre el cambio climático y la catástrofe que ha sumido al país en el luto.
Los informes sitúan el número total de tornados en la región en alrededor de 30.
"Esta será nuestra nueva normalidad. Y los efectos que estamos viendo del cambio climático son la crisis de nuestra generación", dijo la jefa de FEMA, Deanne Criswell, a CNN el domingo.