¿Qué va a ocurrir en Etiopía tras el repliegue de los rebeldes?

El Frente de Liberación del Pueblo de Tigray se ha retirado de la ciudades que ocuparon en las regiones de de Amhara y Afar para facilitar la llegada de ayuda humanitaria.
A farmer walks past a military tank destroyed recently during fighting between the Ethiopian National Defense Force (ENDF) and the Tigray People's Liberation Front (TPLF) in Damot Kebele of Amhara region, Ethiopia December 7, 2021. Picture taken December 7, 2021. REUTERS/Kumera Gemechu NO RESALES. NO ARCHIVES

El anuncio de repliegue de los rebeldes del Tigré a su bastión en el extremo más septentrional de Etiopía avivó la esperanza de un posible final, después de trece meses de guerra marcados por masacres y violaciones masivas.

Pero en un momento en que las fuerzas leales al primer ministro Abiy Ahmed han logrado varias victorias militares consecutivas y consideran el anuncio rebelde como una forma de ocultar su derrota en el campo de batalla, las perspectivas de paz siguen siendo inciertas.

A continuación, examinamos la situación actual y los desafíos por venir.

¿Por qué han declarado los rebeldes un repliegue?

Oficialmente, el Frente de Liberación del Pueblo del Tigré (TPLF) afirma que su retirada de las regiones de Afar y Amhara pretende allanar el camino para un cese de las hostilidades, seguido del inicio de conversaciones de paz.

Pero la retirada hacia Tigré supone un inmenso revés para el TPLF, que el mes pasado aún rechazaba los llamamientos del gobierno a salir de las dos regiones.

"Ningún ejército se repliega por voluntad propia; las fuerzas tigrenses se vieron forzadas a ello y el gobierno federal y sus aliados lo saben", afirmó Awet Weldemichael, experto en seguridad del Cuerno de África de la Universidad de Queen en Canadá.

¿Qué factores explican la victoria militar del gobierno?

La fuerza aérea es una de las áreas en las que el gobierno siempre ha gozado de ventaja, incluso cuando el TPLF parecía estar en racha al lograr unos avances territoriales que lo situaron a 200 kilómetros por carretera de la capital, Adís Abeba.

A diferencia de los rebeldes, las fuerzas federales tienen acceso a aviones de combate y drones armados que han bombardeado Tigré en los últimos meses, gracias al acuerdo de cooperación militar que Etiopía firmó en agosto con Turquía.

"El fuerte despliegue de drones de Adís Abeba ha sido crucial para desmontar las operaciones mecanizadas y la movilidad en vehículos de los tigrenses", dijo Awet a la AFP.

El especialista cree que las tropas de Eritrea, que han apoyado a Abiy contra el TPLF, también han podido tener algo que ver en la victoria gubernamental: "Un ejército que había estado retrocediendo de forma desordenada no puede, de repente, volverse efectivo en las operaciones que son necesarias para hacer retroceder físicamente al ejército contrario. Eso solo puede hacerlo el ejército eritreo, aunque todavía no tenemos la prueba definitiva", señaló.

¿Va a terminar la guerra?

No exactamente. El gobierno anunció el viernes que sus tropas no se adentrarán más en la región de Tigré, pero advirtieron que la decisión podría ser revocada y no llegar a declarar un alto el fuego.

En caso de que finalmente se confirme, el parón temporal en los combates puede ayudar a bajar la temperatura pero quienes observan de cerca el conflicto se mantienen cautos a la hora de declarar prematuramente el final de la guerra.

"El primer ministro no hizo concesiones cuando sus fuerzas perdían terreno. ¿Por qué habría de hacerlo ahora?", dijo Awet.

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¿Cuáles son los desafíos potenciales inmediatos?

El TPLF gobernó en Etiopía con mano de hierro durante tres décadas hasta la llegada de Abiy al poder en 2018. También libró una dura guerra contra Eritrea en los años noventa.

El actual conflicto ha exacerbado rivalidades étnicas con los Amhara --el segundo grupo étnico más extenso del país--, quienes se muestran particularmente cautelosos ante los rebeldes y su masiva fuerza de combate, que se calcula podría rondar los 250,000 miembros.

"Los Amhara son muy reticentes a una rehabilitación del TPLF", considera William Davison, un analista senior experto en Etiopía del International Crisis Group.

La disputada región de Tigré occidental, que ha sido ocupada por fuerzas Amhara desde el inicio de la guerra, "se convertirá probablemente en un punto de fricción en cualquier futura negociación", añadió el analista.

El TPLF ya ha pedido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que garantice el repliegue de las fuerzas Amhara y de las tropas eritreas de la región, reclamada por Amharas y tigrenses.

"Tanto Eritrea como los Amhara ven al TPLF como una amenaza a su existencia", dijo Davison a AFP.

¿Qué puede hacer la comunidad internacional?

A pesar de los obstáculos, la posibilidad de que los enfrentamientos se interrumpan ha creado una pequeña oportunidad para el diálogo, a fin de poner término a un conflicto que ha matado a miles de personas y ha creado una grave crisis humanitaria.

"Este es un momento oportuno para aplicar presión diplomática", dijo Davison.

"Además de que las partes en conflicto aprovechen esta oportunidad, debería haber un esfuerzo diplomático concertado inmediato para alentarlos a lograr un acuerdo de cese de hostilidades y negociaciones abiertas".

Pero los esfuerzos de mediación internacional probablemente fracasarán a menos que también incluyan a Eritrea y a su líder, Isaias Afwerki, quien mantiene estrechos vínculos con Abiy, recordó el especialista Awet.

"Dado el papel del presidente Isaias en este conflicto y su influencia sobre el primer ministro Abiy, la negativa de la comunidad internacional a involucrar a Eritrea de manera sostenible y constructiva sigue siendo el gran talón de Aquiles en toda acción diplomática".