"Hay jóvenes y mujeres, lo destaco, que no han conocido un contrato que no sea basura en su vida, y ahora les vamos a dar la oportunidad de romper con el paradigma o la trampa de la precariedad", aseguró en conferencia de prensa la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del gobierno, la comunista Yolanda Díaz.
Esta reforma pasa "página a la precariedad en España, y esto me parece que es el gran reto que teníamos como país, el gran déficit que tenía España y es lo que nos hace singularmente diferentes en la Unión Europea", añadió Díaz.
La reforma laboral impone que la contratación indefinida sea la norma, prohíbe despedir a los funcionarios por motivos económicos, e instaura permanente los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo), un mecanismo que se creó durante la pandemia de coronavirus para evitar que los trabajadores perdieran su salario y empleo por la suspensión de la actividad en sus empresas.
El proyecto de ley aprobado por el consejo de ministros aún deberá ser aprobado por el Parlamento, en una fecha que no se ha especificado.
La reforma del mercado laboral de los conservadores en 2012 estuvo motivada por la necesidad de reactivar la economía española, devastada por la crisis financiera de 2008.
Logró un fuerte descenso de la tasa de paro, de casi el 27% en 2013 a cerca del 16% en la actualidad, pero a costa de una gran inseguridad laboral.