Biden espera que la otra mitad se destine a ayuda humanitaria a Afganistán, pero desembolsada de tal forma que el dinero no caiga en manos de los talibanes, ahora en el poder, explicó la Casa Blanca.
"Es muy importante poder tomar 3,500 millones de dólares y garantizar que se utilicen en beneficio del pueblo afgano", dijo un alto funcionario de la Casa Blanca en rueda de prensa.
Agregó que también se busca garantizar que las familias de las víctimas del terrorismo "puedan hacer oír su voz" frente a la justicia federal estadounidense.
La Casa Blanca también reconoció que se trata de una situación "jurídicamente complicada" y que este anuncio es apenas el comienzo de un procedimiento que puede durar meses.
Justificación de plan polémico
El camino elegido por Biden para hacerse de estos fondos afganos seguramente generará polémica, en momentos en que Afganistán atraviesa una grave crisis humanitaria.
Las reservas brutas del Banco Central de Afganistán se situaron a finales de abril de 2021 en 9.400 millones de dólares, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esta suma, depositada antes de que los talibanes recuperaran el poder en agosto pasado, se encuentra principalmente en el extranjero y su mayor parte en Estados Unidos.
Seguramente conscientes de la controversia que provocará la decisión, los funcionarios de la Casa Blanca aseguraron que estas reservas afganas "provienen de la continua y significativa ayuda brindada por Estados Unidos y otros donantes internacionales durante dos décadas" e ese.