La reforma del sistema de retiro en Francia es el tema principal de la pelea entre los dos candidatos presidenciales, Marine Le Pen y Emmanuel Macron de la segunda ronda de las elecciones, que se celebrarán el domingo 24 de abril.
¿Por qué el tema enciende tanto los ánimos entre los franceses? A continuación, lo explicamos.
El modelo de pensiones francés representa una base de la protección social universal, pues se considera un derecho adquirido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y el consecuente periodo de liberación. Una idea existente en Francia desde Luis XIV con el primer régimen de pensiones de invalidez de la marina.
En 1945, se ordena la creación de un sistema general de seguridad social universal que se acompañe de un seguro de vejez para todos los trabajadores ancianos.
La universalidad se explica en los textos del 4 de octubre 1945 que organiza el sistema de Estado Providencia francés: “su meta a alcanzar es la realización de un plan que cubra toda la población del país frente a todos los criterios de inseguridad”.
Desde allí se considera como un derecho intocable.
Los derechos de pensión están abiertos a la edad de 62 años, después de 30 años de actividad laboral. A partir de los 65 años se puede recibir hasta un 40% de su sueldo medio de los 10 mejores años trabajando y a los 67 una tasa completa.
El régimen de retiros en Francia es un aparato complejo, como lo demuestran todos los estudios y trabajos realizados a través el actual Ministerio de las Solidaridades y Salud.
El instituto de sondeo IPSOS tiene un observatorio dedicado al retiro y varios economistas franceses prestigiosos, como Henri Sterdyniak, Daniel Cohen, Thomas Piketty y Laurent Berger, han analizado el tema.
Es un sistema obligatorio, por contribución repartida sin capitalización empresarial, que le hace un mecanismo único de solidaridad y redistribución a la francesa.
También es de mucha importancia este asunto de debate público por su problemática: el criterio de la equidad intergeneracional. Los trabajadores activos más jóvenes aportan el financiamiento universal con cotizaciones para las pensiones de los retirados.
Algunos datos relevantes para el análisis del tema del retiro son los siguientes:
• La edad media de los franceses es de 43.6 años para las mujeres y 40.8 para los hombres, con una esperanza de vida de 85.3 años y 79.4 respectivamente.
• 20.7% de la población de Francia es mayor de 65 años según el INSEE, el instituto nacional de estadísticas de Francia. México, en comparación, tiene un porcentaje mucho menos de adultos mayores.
• Los gastos para todas las pensiones actuales son de 13.5 % del PIB en 2021, lo que representa una parte igual a lo que un país podría gastar en educación. El aporte presupuestario que sigue creciendo anualmente y se está buscando la manera de reducirlo.
De acuerdo con la sociología de los votantes de la primera vuelta, los franceses de más de 50 años suelen ser los que más se dividen entre Macron y Le Pen de acuerdo con los sondeos.
La gran mayoría de la gente menor de 65 años en Francia está en contra de cualquier reforma que aumentará su tiempo de espera para “gozar de su día de reposo” como lo definía al retiro Diderot en la enciclopedia universal.
Los seguidores jóvenes de Jean-Luc Mélenchon —quien alcanzó el 22% de los votos de la primera ronda sin poder clasificar— se identifican más con la idea de rebajar la edad a 60 años. El retiro es un asunto para jóvenes preocupados por su futuro.
La candidata de la Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, propone la posibilidad de que los franceses terminen su carrera laboral con una pensión completa desde los 60 para quienes trabajaron 160 trimestres completos mientras que el presidente saliente, Emmanuel Macron, abdica extender progresivamente hasta los 64 años.
De acuerdo con los diferentes grupos de sindicalistas, la reforma que propone el equipo de Emmanuel Macron no tiene ninguna justificación económica, mientras que para los administradores públicos actuales, lo que propone Le Pen no es viable.
Este será el tema del gran debate filosófico entre las dos principales personalidades políticas francesas.
Marine Le Pen propone atacar directamente el punto débil del sistema Macron, queriendo atraer nuevos votantes estratégicos, mientras que el presidente quiere implementar su continuidad.
No es fácil encontrar información sobre el tema del retiro en el sitio web de la campaña de Emmanuel Macron, especialmente sobre esa sensible propuesta de reforma.
En una carta dirigida a los franceses dentro de su programa, Macron explica que propone entonces un pacto productivo gracias al retraso de la edad de retiro para luego financiar bajadas de impuestos y así financiar el futuro del modelo social francés.
Desde el verano de 2022, en caso de ser electo, el segundo gobierno Macron pretende el relevo progresivo de la edad legal de retirarse hasta los 65 años dentro de 10 años de implementación progresiva.
De acuerdo con los cables mediáticos, Macron ya reflexiona sobre el uso probablemente de la herramienta del referéndum, consultando directamente a los franceses y que además estaría dispuesto en reunirse con los principales sindicalistas.
La Unión Europea recomienda a sus países miembros instaurar el retiro alargado y a partir de los 64.5 años para Francia, de acuerdo con el diagnóstico del paper institucional, The 2021 Ageing Report: Underlying Assumptions and Projection Methodologies.
Los principales puntos de la propuesta de Macron son los siguientes:
Marine Le Pen ofrece otras alternativas:
En la cuestión legislativa, la reforma se espera para ser estudiada desde cerca por la Asamblea Nacional —el equivalente a la Cámara de los Diputados mexicana— desde el inicio de la nueva legislatura.
Durante una entrevista en radio en FranceInfo, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional confirmaba que se quiere financiar el modelo social francés con un progreso colectivo y sin aumento de impuestos.
