El Sumo Pontífice, de 85 años y quien utiliza una silla de ruedas por un dolor en la rodilla, respondió que a menudo pensaba en los niños ucranianos y que quería visitar el país, pero que tenía que elegir el momento adecuado.
"No es fácil tomar una decisión que podría hacer más daño que bien al resto del mundo. Tengo que encontrar el momento adecuado para hacerlo", dijo, según una transcripción del Vaticano del evento. No dio más detalles.
"La semana que viene recibiré a representantes del gobierno ucraniano, que vendrán aquí para hablar, para hablar incluso de una eventual visita mía allí. Veremos qué pasa", dijo Francisco. No dio más detalles
La guerra en Ucrania ha obligado al Vaticano a realizar un delicado ejercicio diplomático, ofreciéndose varias veces como mediador para poner fin al conflicto.
El Santo Padre ha criticado implícitamente en varias ocasiones al presidente ruso, Vladimir Putin, por la invasión, pero sin nombrarlo. También ha utilizado términos como "agresión injustificada" e "invasión" y ha lamentado las atrocidades cometidas contra la población civil.
Francisco ha sido invitado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el alcalde de Kiev, Vitaliy Klitschko, el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, de la Iglesia católica ucraniana de rito bizantino, y el embajador de Ucrania en el Vaticano, Andriy Yurash.
Yurash dijo a Reuters el sábado que no tenía detalles de la reunión mencionada por el Sumo Pontífice.