El nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió a todos los grupos armados ilegales dejar las armas y aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz para poner fin a décadas de violencia en el país sudamericano.
Petro, un economista de 62 años, asumió como el primer mandatario de izquierda en la historia de Colombia, con la promesa de impulsar ambiciosas reformas económicas y sociales para reducir la pobreza y la desigualdad, en una nación dividida políticamente y golpeada por la violencia.
"La paz es posible si desatamos en todas las regiones de Colombia el diálogo social, para encontrarnos en medio de las diferencias, para expresarnos y ser escuchados, para buscar a través de la razón, los caminos comunes de la convivencia", dijo el mandatario en su discurso de posesión.