Los rusos seguían bombardeando varias ciudades ucranianas. Al menos cinco civiles murieron en la parte bajo control ucraniano en la región de Donestsk y un niño murió en la noche en Dnipró (este).
"Mejor que matar a gente”
En Rusia, sigue la movilización de cientos de miles de reservistas para reforzar al ejército, así como el éxodo de decenas de miles de rusos que temían ser llamados a filas.
"Fue muy difícil dejar todo atrás. Mi casa, mi patria, mi familia. Pero es mejor que matar a gente", dijo a AFP un joven de 20 años, que llegó a Mongolia por la frontera terrestre y que prefirió mantener el anonimato.
Enfrentada a una fuerte alza de las llegadas desde Rusia, Finlandia, otro vecino de Rusia, anunció que cerrará partir del jueves a medianoche (16:00 horas, tiempo de Ciudad de México) sus fronteras a los ciudadanos rusos provistos de visado de turismo europeo para el espacio Schengen.
En el frente internacional, las fugas, provocadas por misteriosas explosiones, en los los gasoductos Nord Stream que conectan Rusia con Alemania a través del mar Báltico alimentan las tensiones entre Rusia y Occidente.
Ambas partes se acusan de sabotear los tubos submarinos, una infraestructura crucial para el suministro europeo de gas ruso.
Los gasoductos, operados por un consorcio controlado por el gigante ruso Gazprom, no están operativos debido a la guerra en Ucrania, pero todavía están llenos de gas.
La OTAN dijo que los daños en estas infraestructuras habían sido "deliberados, irresponsables actos de sabotaje”.
Blanco de las sospechas occidentales por este presunto sabotaje, Rusia se defendió señalando a Estados Unidos y convocó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el viernes para abordar la cuestión.