Ciudad del Vaticano. El Papa Francisco pidió el domingo a las autoridades que detengan a los traficantes de personas que operan en el Mediterráneo, y expresó su pesar por el desastre del barco de migrantes de la semana pasada frente a la costa calabresa en Italia, en el que murieron decenas de personas.
"Renuevo mi llamamiento para evitar que estas tragedias se repitan. Que se detenga a los traficantes de seres humanos", dijo el Papa en su discurso semanal a la multitud en la Plaza de San Pedro.
Según las autoridades locales, hasta el momento se han recuperado 70 cadáveres. Los inmigrantes habían partido de Turquía y procedían de países como Afganistán, Pakistán, Irán, Somalia y Siria. "Que los viajes de esperanza no se conviertan nunca más en viajes de muerte, que las cristalinas aguas del Mediterráneo no se vean ensangrentadas por accidentes tan dramáticos", dijo el Papa.