"Sí, me enteré que es un 100% anual y no se puede, no se puede. Que se vayan todos así. Estoy cansada de todo esto, de los políticos que se pelean y la gente que se muere de hambre. Ya no da para más", dijo a Reuters Patricia Quiroga, una vecina que buscaba precios en una feria de alimentos de San Fernando, en las afueras de Buenos Aires.
El nivel de inflación anual revelado el martes por el instituto oficial de estadística, INDEC, es el más alto desde el 115% registrado en septiembre de 1991.

La alta inflación, que terminó en 95% en 2022 pese a los esfuerzos del gobierno por limitarla, ha empujado a una parte de la población a la pobreza —superior al 40%—, además de generar malhumor y esfuerzos extra entre los argentinos para llegar a fin de mes.
"No hay plata, la gente no tiene y entonces ¿cómo compra? Los otros días vine y le dije: 'Dame 3 mandarinas, 2 naranjas, 2 bananas y medio kilo de tomates'", contó Irene Devita, de 74 años, en un mercado.
"Cuando me dijo que costaba 650 pesos (3.25 dólares), le dije 'sacá todo y déjame los tomates porque no tengo más plata'", agregó, describiendo una situación que viven a diario millones de argentinos.
