La decisión se tomó después de que 13 personas fueran acribilladas en la noche del sábado en un billar de la localidad de Choloma, vecina de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, situada 180 km al norte de la capital Tegucigalpa.
En el llamado de Valle de Sula, una importante región industrial, comercial y agrícola en el norte del país, al menos otras 11 personas murieron el sábado en episodios separados en distintas ciudades, entre ellas la de San Pedro Sula, la segundo en importancia del país, indicó una fuente en San Pedro Sula no autorizado para hablar con los medios.
En San Pedro Sula y Choloma "he tomado medidas para darle seguridad ante el brutal y despiadado ataque terrorista a que están sometiendo los matones a sueldo entrenados y dirigidos por los cabecillas del narcotráfico que operan impunemente en el corredor de la droga, Valle de Sula", añadió la gobernante.
Hay "11 (muertos) en esa acción criminal" que se registró en Choloma, dijo este domingo a la AFP el portavoz de la Policía Nacional, comisionado Miguel Martínez.
El funcionario policial indicó que las víctimas son "diez varones y una mujer".
Testigos publicaron videos de los cuerpos ensangrentados tirados en el piso de un salón de billar, donde dijeron que varias personas compartían el cumpleaños de una de las víctimas.
Según esas versiones, desconocidos llegaron con armas automáticas al salón para atacarlos sin darles tiempo de escapar. Al menos diez personas murieron en el lugar y otra en un hospital, a donde habían sido ingresados tres heridos.
El ataque se produjo cinco días después de la masacre de 48 reclusas en una cárcel de mujeres cercana a la capital.
De acuerdo a las autoridades, reclusas de la pandilla Barrio 18 salieron de su módulo e irrumpieran en el que estaban las rivales de la Mara Salvatrucha (MS-13) para atacarlas a tiros y prender fuego al centro penitenciario.
Con información de Reuters