Las aplicaciones de todo tipo usan las notificaciones push para avisar a los usuarios de teléfonos inteligentes de la llegada de mensajes, noticias de última hora y otras actualizaciones. Son "pitidos" audibles o indicadores visuales para alertar a los usuarios cuando reciben un correo electrónico o su equipo deportivo gana un partido. Lo que los usuarios no suelen saber es que casi todas esas notificaciones pasan por los servidores de Google y Apple.
Esto da a las dos empresas una visión única del tráfico que fluye desde esas aplicaciones a sus usuarios, y a su vez las coloca "en una posición única para facilitar la vigilancia gubernamental de cómo los usuarios utilizan determinadas aplicaciones", dijo Wyden.
Wyden pidió al Departamento de Justicia que "derogue o modifique cualquier política" que obstaculice el debate público sobre el espionaje de las notificaciones push.
En un comunicado, Apple dijo que la carta de Wyden les dio la apertura que necesitaban para compartir más detalles con el público sobre cómo los gobiernos monitorearon las notificaciones push.
"En este caso, el gobierno federal nos prohibió compartir cualquier información", dijo la compañía en un comunicado. "Ahora que este método se ha hecho público estamos actualizando nuestros informes de transparencia para detallar este tipo de solicitudes".
Google dijo que compartía el "compromiso de Wyden de mantener informados a los usuarios sobre estas solicitudes".
El Departamento de Justicia no devolvió los mensajes en busca de comentarios sobre la vigilancia de las notificaciones push o si había impedido que Apple o Google hablaran de ello.
La carta de Wyden citaba un "soplo" como fuente de la información sobre la vigilancia.
Su personal no dio más detalles sobre el aviso, pero una fuente familiarizada con el asunto confirmó que tanto agencias gubernamentales extranjeras como estadounidenses han estado pidiendo a Apple y Google metadatos relacionados con las notificaciones push para, por ejemplo, ayudar a vincular a usuarios anónimos de aplicaciones de mensajería con cuentas específicas de Apple o Google.
La fuente declinó identificar a los gobiernos extranjeros implicados en las peticiones, pero los describió como democracias aliadas de Estados Unidos. Dijo que desconocía desde cuándo se venía recopilando ese tipo de información.
La mayoría de los usuarios no le da importancia a las notificaciones push, pero en ocasiones han atraído la atención de los tecnólogos por la dificultad de desplegarlas sin enviar datos a Google o Apple.
A principios de este año, el desarrollador francés David Libeau dijo que los usuarios y desarrolladores a menudo no eran conscientes de cómo sus aplicaciones emitían datos a los gigantes tecnológicos estadounidenses a través de las notificaciones push, y las calificó de "pesadilla para la privacidad".