Un tribunal de Ecuador dictaminó el viernes que el exvicepresidente Jorge Glas debe permanecer en prisión debido a sus condenas anteriores, pese a considerar que el arresto del viernes pasado fue "ilegal y arbitrario".
Glas, condenado dos veces por corrupción y que ahora enfrenta nuevos cargos, fue arrestado durante una redada policial en la embajada de México en Quito, donde vivía desde diciembre.
El arresto coronó un período de creciente tensión diplomática entre Ecuador y México, pero desde entonces los gobiernos de cada país han dicho que están abiertos encontrar mecanismos para reparar sus relaciones.
El tribunal "verifica que la detención fue ilegal y arbitraria", dijo la jueza Mónica Heredia, quien leyó la resolución, aunque agregó que debido a la existencia de sentencias previas "este tribunal no puede modificar la condena impuesta (de prisión)".
"No es procedente conceder la libertad al ciudadano al existir en su contra otra orden de privación de libertad distinta a la que motivó la presente acción de habeas corpus", agregó la jueza.
El equipo de defensa de Glas pretendía que el tribunal, integrado por tres jueces, declarara ilegal su detención en la embajada mexicana, argumentando que violaron sus derechos humanos y el derecho internacional, y que se ordenara su libertad o el traslado a otra sede diplomática.
Los abogados de Glas no hicieron comentarios inmediatamente sobre el fallo.
El exmandatario Rafael Correa dijo el miércoles que Glas, quien fue su vicepresidente entre el 2013 y 2017, había intentado suicidarse y estaba en huelga de hambre para protestar por su encarcelamiento en una cárcel en Guayaquil, lo que confirmó su abogada Sonia Vera.
Glas fue trasladado al hospital el lunes y devuelto a prisión al día siguiente.
En un vídeo compartido el miércoles por Vera, Glas relató su arresto, alegando que la policía lo había golpeado fuertemente durante su detención en la embajada mexicana.
Durante la audiencia judicial del jueves, la policía ecuatoriana negó haber torturado a Glas durante el arresto, pero dijo que la fuerza se utilizó progresivamente debido a la resistencia del exvicepresidente.
El gobierno del presidente Daniel Noboa ha dicho que tenía pruebas de que Glas planeaba escapar, aunque no ha proporcionado detalles.
La concesión de asilo por parte de México a Glas viola las leyes internacionales que prohíben otorgarlo a personas que enfrentan cargos penales y sentencias en firme, según ha argumentado Ecuador.
Glas tiene dos condenas en firme por casos de corrupción en 2017 y 2020, y una orden de prisión preventiva por otros de supuesto peculado en la reconstrucción de la provincia de Manabí luego de un devastador terremoto en 2016.
Antes del arresto, Quito declaró persona non grata a la embajadora de México, citando comentarios "desafortunados" del presidente izquierdista mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
México ha pedido a las Naciones Unidas que suspendan a Ecuador si el país sudamericano no se disculpa por el asalto a su embajada.
