Formó parte del engranaje judicial durante más de tres décadas: fiscal general de Teherán de 1989 a 1994, jefe adjunto de la Autoridad Judicial de 2004 a 2014, año en el que fue designado fiscal general del país.
En 2016, el guía supremo Ali Jamenei lo colocó al frente de la poderosa fundación benéfica Astan Quds Razavi, que gestiona el santuario del Imán Reza en Mashhad además de un enorme patrimonio industrial e inmobiliario.
Vida personal
Raisi, hombre poco carismático de barba canosa, gafas finas y siempre ataviado con un turbante negro de "seyyed" (descendiente de Mahoma), cursó las clases de religión y de jurisprudencia islámica del ayatolá Jamenei.
Casado con Jamileh Alamolhoda, profesora de Ciencias de la Educación en la Universidad Shahid-Beheshti de Teherán, con quien tuvo dos hijas, ambas con títulos de educación superior, Raisi es yerno de Ahmad Alamolhoda, imán de la oración y representante provincial del guía supremo en Mashad, segunda ciudad del país.
Probablemente consciente de que necesitaba unir a una sociedad iraní dividida por la cuestión de las libertades individuales, durante la campaña electoral de 2021 se comprometió a erigirse en defensor de la "libertad de expresión" y de los "derechos fundamentales de todos los ciudadanos iraníes".
Estos últimos meses, Raisi se mostró como un firme adversario de Israel, archienemigo de la República Islámica, apoyando a Hamás desde el 7 de octubre, cuando empezó la guerra en Gaza entre el Estado hebreo y el movimiento islamista palestino.
Irán lanzó un ataque inédito el 13 de abril contra Israel, con 350 drones y misiles, la mayor parte de los cuales fueron interceptados con la ayuda de Estados Unidos y de otros países aliados.