"Pero, ¿y si sigue ausente el lunes?", preguntó su abogada, Béatrice Zavarro, que aboga, al igual que las partes civiles, por suspender el juicio a la espera de que se recupere. "Sería una catástrofe", respondió el presidente del tribunal en la mañana.
Aunque el magistrado habló primero de aplazar una semana el esperado interrogatorio del principal acusado en Aviñón, adonde se desplazaron medios de todo el mundo, horas después anunció que se plantea incluso aplazarlo a una nueva fecha si "permanece indisponible".
Por el momento, Arata lo suspendió hasta el lunes. Si Pelicot, que padecería una infección, regresa entonces, la semana se dedicaría "en prioridad" a su interrogatorio y a un nuevo testimonio de su principal víctima, su ahora exmujer Gisèle Pelicot, detalló.
A continuación, declararían los dos hijos de la pareja, David y Florian, y el yerno, Pierre, así como el hermano del acusado. Sus hijos reclamaron poder declarar en presencia de su padre, como ya hiciera la hija la semana pasada.
"En contra de la cultura de la violación"
Pelicot está acusado de drogar a su mujer administrándole medicamentos a escondidas para que la violaran decenas de desconocidos entre 2011 y 2020. Junto a él, otros 50 hombres, de entre 26 y 74 años, enfrentan penas de hasta 20 años de prisión.
Este juicio se ha convertido en un parteaguas en materia del uso de drogas para cometer agresiones sexuales (sumisión química) y también un ejemplo, para los movimientos feministas, para relanzar el debate sobre la cuestión del consentimiento.