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Greenpeace denuncia la sequía en el Amazonas: "¿Quién paga?"

Greenpeace se manifestó en banco de arena del río Solimoes, que enfrenta su peor sequía, alertando sobre los daños medioambientales causados por el cambio climático y uso de combustibles fósiles.
vie 20 septiembre 2024 03:45 PM
Sequía severa en Amazonas, en la imagen es visible bancos de arena y un río casi seco y en grande letras marcadas con "Who Pays", que en español es ¿Quién paga?.
Vista aérea de un mensaje realizado por activistas de Greenpeace sobre bancos de arena expuestos debido a la sequía en el río Solimões, uno de los mayores afluentes del río Amazonas, durante la sequía más intensa y extendida que Brasil ha experimentado desde que comenzaron los registros en 1950, cerca de Manacapuru, estado de Amazonas, Brasil, el 20 de septiembre de 2024.

Un equipo de activistas de Greenpeace Brasil colocó el viernes una pancarta de protección en un banco de arena emergido en el río Solimoes, en medio de la peor sequía documentada en la cuenca del Amazonas.

La pancarta, que decía "¿Quién paga?", hacía referencia a los daños medioambientales ocasionados por el cambio climático y el calentamiento global, que Greenpeace atribuye al uso continuado de combustibles fósiles.

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La sequía ha reducido el nivel de las aguas del río Solimoes a mínimos sin precedentes, dejando al descubierto el lecho del río frente a la ciudad de Manacapuru, justo río arriba de la ciudad de Manaos, donde se une al río Negro para formar el Amazonas.

Es el segundo año consecutivo de sequía crítica que ha agostado la selva tropical, provocando extensos incendios forestales y dejando varadas a las comunidades ribereñas por falta de transporte, ya que los ríos se han vuelto muy poco profundos para el paso de las embarcaciones.

"Queremos enviar el mensaje de que el cambio climático ya está afectando incluso a la mayor selva tropical del mundo y secando sus ríos", declaró el portavoz de Greenpeace Brasil, Romulo Batista.

"Es la gente que vive fuera de las ciudades de la Amazonia la que está pagando el precio más alto por este evento climático extremo causado por las industrias del petróleo y el gas en todo el mundo", destacó Batista.

La sequía ha aumentado la temperatura del agua de ríos y lagos, matando peces y delfines de agua dulce en peligro de extinción.

El miércoles, junto al banco de arena del río Solimoes, se midieron 40 grados centígrados en el agua, una temperatura insoportable para los peces y los delfines. En el banco de arena se encontraron peces moribundos o esqueletos de peces.

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