"Al haber un adelanto de la Navidad estamos llamando a la paz, a la fraternidad", celebra Jesús López, un médico de 52 años mientras fotografía a sus hijas en una plaza caraqueña.
"Nada conectada”
Comercios en Caracas ya iniciaron la venta de adornos, árboles, luces y pesebres... En algunos se mezcla la nueva mercancía con la de Halloween, una fiesta que muchos venezolanos adoptaron y se ha hecho popular.
Centros comerciales tienen días iluminados y las plazas, adornadas, incluida la neurálgica Plaza Bolívar.
Un pino artificial supera los 100 dólares y puede llegar a 900. La hallaca, platillo estrella en las cenas navideñas, también requiere un presupuesto alto, entre carne de res, pollo, cerdo, aceitunas, alcaparras y demás aliños.
Deilyn Peña toma fotos de su hijo de 5 años en una plaza en el barrio comercial Las Mercedes, adornada con dos osos gigantes, uno con gorro navideño y el otro con un sombrero de copa rojo. Hay un trencito al lado.
"No estoy totalmente de acuerdo", pero "hay que igual tener espíritu navideño, más que todo por los niños", asegura.
"No me siento nada, nada conectada", expresa por su parte Valeria Ponce, instructora de gimnasio de 22 años. "Siento que es una forma de distraernos un poco de lo que está pasando y sencillamente es darnos un motivo de celebración".
Evita, como la mayoría en Venezuela, referirse directamente a la situación política del país, en medio de un pánico generalizado a terminar preso por decir algo que pueda molestar al gobierno.