Sin embargo, la Casa Blanca anunció que Biden quería ampliar su disponibilidad para casos como tratamiento de la obesidad en sí, extendiendo la cobertura a casi 7.5 millones de estadounidenses mayores y de bajos ingresos.
"Para demasiados estadounidenses, estos tratamientos críticos son demasiado caros y, por lo tanto, están fuera de su alcance", dijo un funcionario de la Casa Blanca, al acotar que 42% de la población sufre obesidad.
Más de 60 millones de personas en Estados Unidos, en su mayoría mayores de 65 años, dependen de Medicare para su seguro médico. Otros 85 millones son elegibles para recibir algún tipo de asistencia a través del plan Medicaid, dirigido a los residentes de menores ingresos.
Pero no estaba claro hasta dónde podría llegar el plan ante la vuelta del republicano Donald Trump a la Casa Blanca en enero, ya que el magnate parece dispuesto a apuntar a los presupuestos de salud como parte de un esfuerzo para recortar el gasto del gobierno federal estadounidense.