La base naval de la Bahía de Guantánamo, ubicada en el oriente de Cuba, ha sido un enclave estratégico de Estados Unidos desde 1903, cuando Washington firmó un acuerdo con La Habana tras la Guerra Hispanoamericana.
Ahora, con el endurecimiento de las políticas migratorias del presidente estadounidense Donald Trump, advirtió este miércoles el uso del enclave militar para reforzar la "seguridad" del país.
"Firmaré hoy un decreto ordenando a los departamentos de Defensa y Seguridad Interior que comiencen a preparar las instalaciones para 30,000 migrantes en la bahía de Guantánamo", dijo Trump, y aseguró que enviará a "criminales" en situación irregular. "Algunos son tan malos que ni siquiera confiamos en que los países los retengan, porque no queremos que regresen", acusó. "Es un lugar del que es difícil salir."
Estados Unidos asumió el control de la base en 1903 mediante el Tratado cubano-estadounidense. La base tiene un interés geoestratégico para Estados Unidos bajo la justificación de la búsqueda de los principales líderes y miembros de lo que consideran "organizaciones terroristas"
Cuba ha reclamado la devolución del territorio, Estados Unidos ha mantenido su presencia, alegando que el acuerdo original sigue vigente. El presidente del país caribeño, Miguel Díaz-Canel, calificó la orden como un "acto de brutalidad".
En acto de brutalidad, nuevo gobierno de EEUU anuncia encarcelamiento en Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de #Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente, a los que ubicará junto a las conocidas cárceles de tortura y detención ilegal.
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) January 29, 2025
Desde 2002, la base se ha convertido en sinónimo de detenciones indefinidas y denuncias de violaciones a los derechos humanos. Fue utilizada por la administración de George W. Bush para retener a presuntos terroristas tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Ha sido utilizada para encarcelar a prisioneros, incluidos miembros de Al Qaida. Según el New York Times, también ha servido durante décadas para detener migrantes interceptados en el mar.
Guantánamo, al estar fuera del territorio continental estadounidense, podría permitir eludir ciertas restricciones legales sobre la detención prolongada de migrantes, como ya se ha señalado con prisioneros.
Alberga una instalación para migrantes —separada de la prisión estadounidense de alta seguridad— y no sería la primera vez que la base se usa con este fin: en los años 90, fue un centro de detención temporal para haitianos y cubanos que intentaban llegar a Estados Unidos.
Pocas horas antes, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem había anunciado en Fox News que se revocó la extensión del amparo migratorio para los venezolanos, que había sido aprobada por Joe Biden poco antes de dejar el cargo. "Los habitantes de este país quieren esta basura fuera. Quieren que sus comunidades estén seguras", afirmó Noem.
Según informó Reuters, Noem confirmó que el gobierno de Trump estaba en conversaciones para repatriar a miles de venezolanos en Estados Unidos y no descartó el uso de Guantánamo para retenerlos. "Estamos evaluando y hablando de eso ahora mismo. La decisión es del presidente, pero es un activo, y vamos a seguir buscando cómo podemos utilizar todos nuestros activos para mantener a Estados Unidos seguro", dijo en la entrevista con Fox News.
Noem también anunció el fin de las protecciones extendidas del Estatus de Protección Temporal (TPS) que había otorgado Joe Biden a los venezolanos, eliminando la posibilidad de una prórroga de 18 meses para evitar deportaciones y acceder a permisos de trabajo. "Hemos parado eso", aseguró.
Al mismo tiempo, dijo que estaba trabajando con el secretario de Estado, Marco Rubio, para encontrar nuevas formas de deportar a venezolanos y otros migrantes de países que limitan el número de personas que reciben.
Si bien la propuesta aún no es oficial, su posible implementación podría marcar un precedente sobre el trato a migrantes y la utilización de instalaciones militares con fines no convencionales.
El 10 de enero, la administración de Biden había prorrogado el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos debido a la grave emergencia humanitaria en Venezuela, prolongando la protección hasta octubre de 2026.
Trump ha prometido expulsar primero a los migrantes con antecedentes penales, pero la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dejó claro que todos los migrantes que entren de manera ilegal serán considerados "criminales". Muchas de estas personas provienen de Latinoamérica, huyendo de la violencia y la pobreza.
