Las potencias europeas, que quedaron al margen de las conversaciones entre Rusia y Estados Unidos, se reúnen este lunes en París con el objetivo de definir una respuesta común para garantizar la seguridad del Viejo Continente.
De acuerdo con Lavrov, los dirigentes europeos no tienen cabida en futuras negociaciones porque buscan "continuar la guerra" en Ucrania.
En cualquier caso, Marco Rubio señaló el domingo que "un proceso hacia la paz no es cuestión de una reunión" y apuntó que, cuando empiecen las "verdaderas negociaciones", Ucrania debería "estar implicada".
El Kremlin, en tanto, declaró hace unos días que, si se produjeran conversaciones sobre el futuro de Ucrania, Kiev participaría "de una forma u otra".
Putin reclama que Ucrania ceda cuatro regiones del este y del sur de su territorio, además de la península de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014, y que renuncie a incorporarse a la OTAN. Unas condiciones que Kiev rechaza tajantemente.
Además, Rusia quiere que Washington se comprometa a que ningún país de la extinta Unión Soviética pueda entrar en la OTAN.
Moscú también pide que esa organización retire sus tropas y armamento de los Estados que se adhirieron a ella después de mayo de 1997, lo que incluye a los países bálticos y Polonia, fronterizos con Rusia; Rumania y Bulgaria, en la costa del mar Negro.
Tanto la OTAN como Estados Unidos rechazaron esas exigencias en enero de 2022, y un mes después, Moscú invadió Ucrania.