El sínodo, que el pasado octubre celebró una cumbre vaticana de obispos sobre el futuro de la Iglesia que no resultó concluyente, celebrará ahora consultas con católicos de todo el mundo durante los próximos tres años, antes de organizar una nueva reunión en 2028.
Francisco aprobó el nuevo proceso de reformas el martes desde el hospital Gemelli de Roma, donde está siendo tratado, informó el Vaticano el sábado.
El papa lleva más de un mes hospitalizado y su larga ausencia pública ha alentado las especulaciones de que podría optar por seguir los pasos de su predecesor Benedicto XVI y renunciar al pontificado.
Sin embargo, sus amigos y biógrafos han insistido en que no planea dimitir, y la aprobación de un nuevo proceso de tres años indica que quiere continuar, a pesar de su edad y de la posibilidad de que se enfrente a una larga y difícil recuperación de la neumonía, por su edad y otras condiciones médicas.
"El Santo Padre (...) está ayudando a impulsar la renovación de la Iglesia hacia un nuevo impulso misionero", dijo a periodistas del Vaticano el cardenal Mario Grech, responsable eclesiástico del proceso de reforma. "Esta es verdaderamente una señal de esperanza"
Los más recientes boletines médicos del Vaticano sobre la condición del papa en el hospital han dicho que está mejorando y que no está en peligro inmediato de muerte, pero no han precisado cuándo será dado de alta.