Horas después medios iraníes informaron de "una fuerte explosión" en la provincia de Bushehr, en el sur de Irán, que alberga la única central nuclear del país.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) advirtió el sábado que un ataque contra esta central acarrearía "una liberación muy elevada de radiactividad" a "cientos de kilómetros".
Washington asegura que su ataque fue un éxito rotundo.
"Hemos devastado el programa nuclear iraní", declaró el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en rueda de prensa.
En la operación "Martillo de Medianoche" intervinieron siete bombarderos furtivos B-2 que volaron 18 horas y los sistemas de misiles iraníes no los detectaron, precisó el jefe del Estado Mayor Conjunto Dan Caine.
Según el jefe del Pentágono Trump "busca la paz, e Irán debería tomar ese camino".
El portavoz del ejército israelí, Effie Defrin, dijo este domingo que está "verificando" los resultados del bombardeo estadounidense contra la instalación nuclear de Fordo, mientras prosigue su propia ofensiva contra Teherán.
Por ahora parece hacer oídos sordos. La televisión iraní afirmó que Irán lanzó 40 misiles contra Israel después del ataque estadounidense, con un saldo de al menos 23 heridos, según los servicios de emergencia israelíes.
En Ramat Aviv, un barrio residencial de Tel Aviv, parte de los edificios quedaron destrozados por los misiles iraníes. "No queda nada", dijo a la AFP Aviad Chernichovsky.
Israel incrementó su nivel de alerta en todo su territorio y siguió bombardeando a Irán. La agencia iraní Isna informó de la muerte de cuatro militares en una base del norte del país.
"En guerra"
Estados Unidos recalca que su objetivo no provocar un cambio de régimen de los ayatolás.
"No estamos en guerra contra Irán, estamos en guerra contra el programa nuclear iraní", declaró a ABC el vicepresidente JD Vance. Washington ha retrasado "considerablemente el programa nuclear iraní, ya sea años o incluso más", agregó.
Algunos israelíes albergan la esperanza de que el ataque estadounidense sea un punto de inflexión en la guerra.
"Israel por sí solo no podría parar [la guerra] [...] y llevaría más tiempo", comentó a la AFP en Jerusalén, Claudio Hazan, un ingeniero informático de 62 años.
Por lo pronto el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abás Araqchi estimó que Estados Unidos e Israel decidieron "volar por los aires" las negociaciones entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní, bajo la mediación de Omán.
"Esta agresión demostró que Estados Unidos es el principal factor detrás de las acciones hostiles del régimen sionista contra la República Islámica de Irán", declaró por su parte el presidente de Irán, Masud Pezeshkian.
En los últimos diez días, los bombardeos israelíes golpearon cientos de instalaciones militares y nucleares en la República Islámica, y mataron a militares de alto rango y científicos implicados en el programa nuclear.
Irán, que niega querer dotarse del arma atómica y que defiende su derecho a tener un programa nuclear civil, respondió con lanzamientos de misiles y drones, la mayoría interceptados por los sistemas de defensa aérea israelíes.
Según el último balance del Ministerio de Salud iraní, más de 400 personas murieron y más de 3,000 resultaron heridas desde el 13 de junio, cuando Israel inició sus ataques.
Los ataques de represalia iraníes han dejado al menos 25 muertos en Israel, según las autoridades de este país.
China, Rusia y Omán condenaron firmemente los ataques de Estados Unidos y Arabia Saudita pidió una desescalada. Irak y Catar advirtieron del riesgo de desestabilización regional.
La Unión Europea instó a todas las partes a dar un paso atrás.
Niveles de radiación estables
Las autoridades nucleares de Irán, de Arabia Saudita y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) no han detectado niveles de radiación preocupantes tras el ataque sin precedentes de Estados Unidos.
Hasta ahora, Washington se había limitado a aportar una ayuda defensiva a Israel frente a los misiles iraníes.
Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, advirtieron a Estados Unidos que "espere represalias que lamentará".
Los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Irán, consideraron este domingo que los bombardeos estadounidenses constituyen una "declaración de guerra".