Una encuesta de junio de la Universidad Centroamericana (UCA) señaló que un 60% de salvadoreños defiende el régimen de excepción.
"Había muchos mareros y este presidente los puso en su lugar. Sería buena" su reelección, declaró Federico Quintanilla, un septuagenario vendedor de lotería.
"Hablar de apoyo popular (...) donde seis de cada diez salvadoreños manifiestan temor de expresar su opinión sobre el gobierno, no es más que una ficción", matizó Medrano, al referirse a otro dato de la misma encuesta.
4. Reelección "inconstitucional"
Pese a que la reelección estaba prohibida en la Constitución, magistrados -nombrados por su partido- interpretaron la ley y le permitieron postularse.
En la cima de su popularidad, fue reelecto en febrero de 2024 con un 85% de votos, pulverizó a la oposición y obtuvo un dominio casi absoluto del Estado. De los 60 diputados, 57 son oficialistas.
"Aquí es donde años de manipulación constitucional gradual conducen al desmantelamiento de la democracia. Al capturar las instituciones, silenciar a los críticos y reescribir la Constitución, ha creado un sistema electoral autoritario", dijo WOLA.
Hace unos meses, el Congreso aprobó la vía expedita para reformar la Constitución, como ocurrió el jueves.
5. Una buena relación con Donald Trump
Durante la presidencia de Joe Biden, la relación entre El Salvador y Estados Unidos vivió uno de los peores distanciamientos diplomáticos y económicos de su historia reciente, con sanciones a miembros del gobierno de Bukele por sus presuntas negociaciones con el crimen organizado.