Repunte en las encuestas
Ishiba, que forma parte de la minoría cristiana que hay en Japón, es hijo de un gobernador regional y llegó a ser líder de su partido en 2024, en el quinto intento.
Asumió como primer ministro en septiembre de 2024 con la promesa de "crear un nuevo Japón", revitalizar las regiones rurales y enfrentar la "emergencia silenciosa" que supone la disminución de la población.
Inmediatamente convocó elecciones a la Cámara Baja y en estos comicios, en octubre de 2024, su partido obtuvo sus peores resultados en 15 años y su coalición con la formación Komeito perdió la mayoría.
En julio pasado, perdieron la mayoría en el Senado y comenzaron las especulaciones sobre su posible dimisión.
La cadena NHK indicó que Ishiba quería evitar divisiones dentro de su colectividad, una formación conservadora que ha dominado el panorama político en Japón y que ha gobernado casi ininterrumpidamente desde 1955.
El diario Asahi Shimbun señaló que Ishiba no pudo resistir la creciente presión para que dimitiera.
El primer ministro se reunió el sábado por la noche con el ministro de Agricultura, Shinjiro Koizumi, y con el exprimer ministro Yoshihide Suga, un peso pesado del partido, quienes lo instaron a renunciar, reportaron los medios.
La semana pasada, cuatro altos dirigentes del PLD, entre ellos el secretario general, Hiroshi Moriyama, presentaron también su dimisión.
Los detractores de Ishiba en su partido le pidieron que renunciara para asumir su responsabilidad en los resultados electorales, especialmente tras la debacle de julio.
Entre quienes presionaron para su salida estaba el influyente exprimer ministro Taro Aso, de 84 años, informaron los medios locales.
El mandato de Ishiba como líder del partido debía terminar en septiembre de 2027 y la semana pasada crecieron las presiones para celebrar una elección anticipada en la formación, que en el sistema parlamentario japonés equivale a una moción de censura.
La rival más prominente de Ishiba, Sanae Takaichi, considerada una nacionalista de línea dura, prácticamente declaró el martes que se presentaría a esta contienda.
Sin embargo, las últimas encuestas sugieren un repunte del apoyo al gobierno de Ishiba tras el acuerdo comercial con Estados Unidos y la decisión del ejecutivo de revertir la actual política arrocera para aumentar la producción.