En un mensaje en la red social X, Macron condenó el ataque y dijo que Rusia "se encierra cada vez más en la lógica de la guerra y el terror".
Por otro lado el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent dijo a la cadena televisiva NBC que su país esta dispuesto "a aumentar la presión sobre Rusia (...) pero necesitamos que nuestros socios europeos nos sigan".
El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también denunciaron el ataque.
"Una vez más, el Kremlin se burla de la diplomacia", escribió Von der Leyen en X. Los "cobardes ataques" demuestran que el presidente ruso Vladimir Putin "no está comprometido seriamente con la paz", indicó Starmer en un comunicado.
Tanto Francia como Reino Unido y otros países europeos se han comprometido a enviar tropas a Ucrania en el futuro en caso de que haya un acuerdo de paz con Rusia.
Bebé fallecido
Los ataques en Kiev mataron a por lo menos dos personas: una mamá y su bebé de dos meses de edad, en un edificio residencial de nueve plantas en el oeste de la ciudad, dijeron fiscales locales.
Más de 20 personas también resultaron heridas en la capital, entre ellas una mujer embarazada que tuvo un parto prematuro después del ataque y ahora lucha por su vida y la del bebé.
En otros ataques una mujer falleció el domingo por la mañana en Zaporiyia, en el sur, y una persona murió el sábado en Sumi, una región fronteriza con Rusia.
La quinta muerte confirmada se registró en Dnipropetrovsk, en el centro de Ucrania, según autoridades militares.
Las fuerzas rusas ocupan ahora aproximadamente el 20% del territorio de Ucrania.
Decenas de miles de personas han muerto en tres años y medio de combates en el conflicto más sangriento de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.