Israel, que rechaza las acusaciones de estar llevando a cabo un genocidio en Gaza y afirma que los informes sobre el hambre en la zona son exagerados, ha tachado la flotilla de maniobra publicitaria en beneficio de Hamás.
La flotilla Global Sumud partió de Barcelona a principios de septiembre y fue abordada por la marina israelí frente a Egipto y la Franja de Gaza entre el 1 y el 3 de octubre.
Denuncian malos tratos
Entre los nueve miembros de la flotilla que llegaron a Suiza, algunos alegaron privación de sueño, falta de agua y comida, así como golpes, patadas y haber sido encerrados en una jaula, dijo en un comunicado el grupo que los representa.
Los activistas españoles también denunciaron malos tratos a su llegada a España a última hora del domingo tras ser deportados.
"Nos golpearon, nos arrastraron por el suelo, nos vendaron los ojos, nos ataron de pies y manos, nos metieron en jaulas y nos insultaron", dijo a la prensa el abogado Rafael Borrego en el aeropuerto de Madrid.
Activistas suecos habían dicho el sábado que Thunberg fue empujada y obligada a llevar una bandera israelí durante su detención, mientras que otros dijeron que les habían retenido agua y alimentos limpios y confiscado sus medicamentos y pertenencias.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí emitió un comunicado, acompañado de fotos de Thunberg en el aeropuerto, en el que afirmó que se habían respetado los derechos de todos los participantes y que el único caso de violencia había sido el de un activista que mordió a una médica en la prisión israelí de Ketziot.