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Veracruz no fue la 'cuna de la influenza' ni el 'niño cero' el primero

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mar 27 abril 2010 11:13 AM
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cuartoscuro inyeccion influenza Sin Pie de Foto

El 26 de abril de 2009, el niño Édgar Hernández fue señalado como “niño cero”, el primer paciente de influenza AH1N1 en el mundo. De ese momento sólo queda como recuerdo una figura de bronce, pues a la fecha no se sabe si el pequeño de 5 años, tuvo realmente esa variante de la enfermedad.

“Es evidente que ‘El niño cero’ -como fue identificado Édgar en los medios de comunicación-, no es realmente el paciente cero. Análisis epidemiológicos en retrospectiva lo comprobaron. Es imposible saber exactamente quién fue el primer contagiado, pero se cree que en México los primeros casos se registraron desde febrero y probablemente en San Luis Potosí (al norte-centro de México ) o en el Distrito Federal”, según explicó a CNNMéxico Alejandro Macías, comisionado especial para la Atención de la Influenza Humana de la Secretaría de Salud (SSa).

Un pueblo bajo sospecha

En cuanto se supo de la existencia de un "paciente cero", La Gloria, un pueblo ganadero de 3,000 habitantes ubicado en Veracruz, en la costa del Golfo de México, recibió una gran atención. Los medios no tardaron en calificarlo como el centro de origen de la epidemia mundial que causó, tan sólo en este país la muerte de 1,198 personas en el último año, según cifras de la SSa.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó a fase 4 la contingencia el 27 abril de 2009. Para entonces, la cifra oficial de decesos había ascendido a 149, pero “sólo en 20 casos se tiene la evidencia etiológica (que fueron causados por el virus AH1N1)”, explica Macías. 

Ese mismo día, el presidente de México, Felipe Calderón, ordenó la suspensión de clases en todas las escuelas y guarderías del país hasta el 6 de mayo.

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Para entonces, en Veracruz se creía que los responsables de la pandemia eran los propietarios de las Granjas Carroll, ubicadas en La Gloria, por tener a sus cerdos en condiciones insalubres.

El subdirector de Prevención y Control de Enfermedades de la Secretaría de Salud y Asistencia, Alejandro Escobar, admitió que desde 2008 a marzo de 2009, 500 personas de la comunidad La Gloria, del municipio de Perote, presentaban enfermedades respiratorias y ya se habían registrado al menos dos muertes.

En ese pueblo veracruzano, desde febrero de 2009 la mitad de la población presentaba síntomas de gripe "bastante fuerte", y ante las primeras señales de una epidemia, las autoridades sanitarias federales acudieron el 23 de marzo. “Y esto fue lo que les hizo creer que eran los primeros”, explica Macías.

No obstante, el gobernador del estado, Fidel Herrera, negó que en esta región, dedicada principalmente a la agricultura, haya iniciado el brote de influenza AH1N1.

En su discurso desde el Palacio de Gobierno, dijo que el origen del mal estaba en Asia: “(El virus) se ubica en Asia, en China; de ahí llegó, por pasajeros a Norteamérica y seguramente al Distrito Federal y el estado de México. No está asociado al desarrollo agropecuario del valle de Perote”.

Para el 29 abril, José Ángel Córdova, secretario de Salud, ordenó la suspensión de actividades en la administración pública federal, así como de los empleos y los servicios no esenciales de los sectores productivos para “evitar en lo posible una pandemia” de influenza porcina, como se le llamaba entonces a esta enfermedad.

En todo el país se cancelaron 600 actos culturales, deportivos y espectáculos públicos; se restringió el servicio de restaurantes y hasta las iglesias dejaron de ofrecer servicios religiosos. Pocas personas se aventuraban a salir a la calle, todos usando cubrebocas.

El 11 de junio, la OMS (Organización Mundial de la Salud) decretó la fase seis, esto es, alerta máxima, y advirtió que esta enfermedad "circulará por todo el mundo durante un año o dos", aunque de manera "moderada".

Tras la crisis, la vida en La Gloria cambió muy poco. Como relataron sus habitantes a CNN, los caminos principales fueron pavimentados, hay una estatua de Edgar en el centro, pero su sistema de salud sigue sufriendo carencias.

“Ahora tenemos sólo un médico. Los fines de semana no tenemos quién nos atienda. La Unidad Médica del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) no es suficiente”, dijo a CNN Berta Crisóstomo, residente del pueblo.

“Desaprovechamos una coyuntura histórica para reformar todo el sistema de salud y garantizar que todos, incluso quienes no están asegurados, tengan acceso a la salud”, expresó a CNNMéxico el sociólogo Alberto Olvera, de la Universidad Veracruzana.

Aunque en un principio se creyó que eran los cerdos locales los agentes contagiosos, esa hipótesis fue descartada y ahora los habitantes conviven con sus animales como si la sospecha nunca hubiera existido.

“Se ha descartado (esa hipótesis). Es más razonable que haya iniciado en Estados Unidos, con personas que efectivamente cuidaban cerdos y luego tuvieron contacto con otras personas que cruzaron las fronteras”, explica Macías, comisionado especial para la Atención de la Influenza Humana.

Olvera acusa que las dudas que surgieron en torno a las prácticas de las Granjas Carroll “nunca fueron investigadas y siguen funcionando como quieren, impunemente”. “El gobierno de Veracruz  pudo haber hecho una investigación responsable, a fondo y no lo hizo. Un año después, no sabes realmente cómo surgió el virus”.

Pese a los descubrimientos posteriores que descartaban a México como la cuna del virus, los mexicanos eran vistos con sospecha. Naciones como China, Perú, Argentina y Cuba aislaron a los posibles enfermos y cancelaron los vuelos con el país.

El ramo hotelero perdió un 70% de ocupación en 2009, y en los sectores turismo y comercio se perdieron 43,701 empleos formales entre abril y mayo. Las perdidas por turismo y comercio se estimaron entre 8,000 millones de pesos y 13,600 millones de pesos, según los empresarios.

México ha tenido por lo menos tres picos de contagio importantes: el primero tuvo lugar en el centro del país, entre abril y mayo; el segundo en junio, julio y agosto en el sureste, y el tercero que empezó desde el 15 de septiembre, teniendo su pico más alto en octubre, con 42.8% del total de los casos registrados, según las cifras de la Secretaría de Salud.

Para Macías, el epidemiólogo de la dependencia, estas cifras eran previsibles, pues las muertes no pueden registrarse “en tiempo real” y es el curso regular de una epidemia, tras las medidas implementadas, como el distanciamiento entre las personas vulnerables al contagio.

El beneficio para México frente a la crisis, es que “hemos ganado experiencia y tiempo para enfrentar nuevas epidemias que seguramente serán peores”, asegura Alejandro Macías.

En su opinión, la influenza AH1N1 hizo ver “lo mejor y lo peor” del sistema de salud, pues quedó en evidencia que hace falta equipo y personal en situaciones de emergencia.

“México está perfectamente preparado para enfrentar algo así”, agregó, “aunque seguramente surgirá en Asia y será de origen aviar, no porcino. Es casi imposible que vuelva a suceder aquí, pues sería como ganarse la lotería dos veces”, concluyó.

Por el contrario, Olvera asegura que la falta de transparencia respecto a cómo surgió y cómo se resolvió la crisis epidémica, es la prueba de que “estamos totalmente impreparados, no hay infraestructura, ni organización que nos salven de otra epidemia”.

El falso milagro

Aunque las autoridades descartaron la hipótesis de que los cerdos hayan contagiado al pequeño convirtiéndolo en el primer caso, para los lugareños Edgar “es como un ángel”.

“Una niña  me dijo ‘yo estoy enferma y voy a ir a tocar la estatua de Edgar’ y le digo ‘¿qué tiene que ver eso?’, ‘pues que me voy a curar como él’”, relató la madre del pequeño a CNN.

Los médicos locales ya habían recomendado al menos a 500 habitantes que tomaran antibióticos, descansaran y usaran cubrebocas.

Pero María del Carmen Hernández, madre de Edgar, no supo que su hijo era considerado como el primer caso de influenza hasta que el gobernador del estado, Fidel Herrera, visitó la población para ofrecerle ayuda financiera.

“Edgar dio positivo pero está muy bien”, dijo entonces su madre a los medios de comunicación, y explicó que el niño recibió tratamiento con antigripales comunes.

Su curación no fue un  “milagro”  como lo calificaron los habitantes de La Gloria. Según Alejandro Macías, de la SS,  la resonancia del caso de Edgar “fue parte de la confusión que se dio al inicio. En Veracruz no había tantos casos de influenza como se creyó en un principio”.

A un año de que surgiera la versión del “niño cero”,  no se sabe siquiera si Edgar en verdad sufrió esta variante de influenza.

El especialista explicó que muchas personas pueden portar el virus AH1N1, pero "nunca enfermarse" de influenza, pues algunos organismos no expresan este mal "y se curan por sí mismos, como lo hizo Edgar".

“Lo que sí se puede decir con certeza, es cuál fue el primer deceso provocado por la enfermedad y es la paciente de Oaxaca”, agrega Macías al referirse a Adela María Gutiérrez Cruz, encuestadora del Servicio de Administración Tributaria, quien murió el 13 de abril de 2009.

Fue el fallecimiento lo que alertó a las autoridades. Inicialmente se creyó que la causa fue la influenza aviar, SARS, porque evolucionaba muy rápido.

Gutiérrez Cruz, de acuerdo al Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades, presentó síntomas el 4 de abril y para el día 12  tuvo que ser internada en Hospital Aurelio Valdivieso, ubicado en Oaxaca, con un cuadro de neumonía grave. Finalmente falleció el 13 de abril por lo que después se supo era una variante del virus, el AH1N1

Sin embargo, la familia de Edgar es acusada por sus vecinos de haber inventado la enfermedad del pequeño para recibir dádivas.   

El gobernador en ocasiones se lleva a Edgar para que lo acompañe en eventos públicos, y fue él quien mandó a hacer la estatua.

“El gobierno compró su silencio”, opinó Olvera, “la familia y la comunidad recibieron beneficios en el corto plazo pero no se ha resuelto el problema de raíz”.  

El especialista asegura que Herrera Beltrán hizo un uso “electoral y demagógico”  de la epidemia y “no hubo mejoras sustanciales en el sistema de salud”.

“La gente del pueblo habla mucho, dicen que el gobernador nos da dinero, que nos dio casas en Veracruz y en Xalapa. Pero no es cierto, a veces nos manda algo de dinero, pero no nos mantiene. Hoy mi esposo se fue a trabajar desde la madrugada al campo para mantenernos, le van a pagar 100 pesos”, dijo María del Carmen a la agencia AFP.

Según la mujer de 35 años, la vida en su pequeño pueblo se ha dificultado por los rumores que corren entre sus vecinos e incluso han pensado en irse.

"Pero le digo a mi esposo que no, que aquí hemos hecho esta casita. Ya no salgo a la calle, nos juzgan, nos tratan de lo peor, dicen que no hubo esa enfermedad, que todo fue mentira, que yo inventé que mi niño estaba enfermo. Pero no me importa, mi niño está bien y eso es lo importante", agregó.

En tanto, Edgar corre y juega en el patio de su casa, como si la crisis jamás hubiera ocurrido.

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