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Teresa, la indígena liberada, todavía espera que la justicia cambie

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jue 29 abril 2010 10:18 AM
teresa gonzalez ximena
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Ximena despertó muy temprano y parecía intranquila, todo a su alrededor le era diferente. Ella y su madre Teresa González estaban fuera de la cárcel de Querétaro, en la que permanecieron casi 4 años por una acusación de privación de la libertad de unos agentes federales.

“Se despertó desde las 5 de la mañana. Está inquieta, un poco desconoce. Quiero que vea a mi familia, que conozca a sus primitos”, relató Teresa un día después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que hubo inconsistencias en el proceso que condujo a su detención en 2006 por supuestamente secuestrar a 6 elementos de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI).

En entrevista con el periodista Carlos Puig de W Radio, la indígena otomí contó que la decisión de la Corte todavía le parece un sueño, pues aunque en su caso hubo justicia, siempre existe la corrupción.

“Nos sorprendió porque mi familia me dijo que no me emocionara, porque tenía entendido que la justicia es corrupta y que nos iban a hacer lo mismo que el juez cuarto de distrito y el magistrado (…) la verdad sé que la ley a lo mejor no va a cambiar y será la misma, pero por el hecho de que nos dieron la libertad puede que sí”, narró en el noticiario Primera Emisión de la W Radio.

Teresa González y Alberta Alcántara salieron el miércoles del Centro de Readaptación Social femenil de San José El Alto, en el estado central de Querétaro.

Ellas, junto con Jacinta Francisco Marcial, otra indígena liberada en septiembre pasado, fueron acusadas en agosto de 2006 de presunto secuestro, de delito contra servidores públicos y, a una de ellas, por delitos contra la salud.

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Los casos de estas mujeres indígenas ñhanhú estuvieron llenos de irregularidades, entre ellos, sobre todo porque no tuvieron traductor, una de las mujeres acusadas no hablaba castellano.

Teresa dice que no sabe qué hará. Quiere recuperar un poco del tiempo perdido con su familia y en algún momento retomar sus estudios. Pero pide que la Procuraduría General de la República les dé el "perdón".

“Que nos dé el perdón. Porque 3 años casi de los 4 que nosotros perdimos ahí injustamente es lo que pedimos ahorita”, subrayó.

Las mujeres indígenas habían sido condenadas a 21 años por hechos que siempre negaron, y durante meses lucharon por su liberación con el apoyo de organizaciones civiles como el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh).

Este jueves, el gobernador de Querétaro, José Calzada, también celebró la liberación de Teresa y Alberta, pero dijo que en México aún falta liberar a más inocentes.

"Nosotros hemos escuchado y escuchamos durante muchos meses las expresiones de miles de queretanos que estaban inconformes con este tema, y organizaciones internacionales y nacionales", señaló el gobernador en declaraciones a la periodista Carmen Aristegui, en la emisora MVS.

Aunque el caso de Teresa y Alberta ya terminó, el gobernador Calzada opina que hay otros temas que quedan en el tintero, “como la injusticia que se cometió y seguramente las injusticias que hay en todo el país".

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