La Sedena deslinda al Ejército de la muerte de dos menores en Tamaulipas

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) deslindó al Ejército de la muerte de dos menores de edad que fallecieron a principios de abril en Nuevo Laredo, Tamaulipas, por el presunto ataque de un retén militar.
En conferencia de prensa, la Sedena negó que elementos del Ejército hayan disparado contra los niños, como fue denunciado por sus padres.
La madre de Bryan y Martín Almanza Salazar, de cinco y nueve años, dijo que sus hijos murieron en Nuevo Laredo, Tamaulipas, cuando al cruzar un retén militar, los soldados dispararon contra su vehículo sin motivo alguno.
La Sedena informó que el vehículo de la familia Almanza Salazar quedó en medio de un enfrentamiento entre un grupo delictivo que disparó contra militares, quienes repelieron la agresión.
Se explicó que Bryan y Martín fallecieron por heridas ocasionadas con esquirlas de granada calibre 40 milímetros “que no corresponden a las características de las utilizadas por el Ejército. La unidad militar que participó en este evento no contó con este tipo de armamento”.
“De los dictámenes de necropsia se concluye que la muerte de los menores Martín y Bryan Almanza Salazar fue como consecuencia de esquirlas producidas por la detonación de la granada que impactó en la parte posterior del vehículo”, la cual, fue lanzada por el grupo armado que atacó a los soldados, dijo la Sedena.
En la conferencia de prensa se aclaró que el accidente de la muerte de los niños sucedió tras la agresión contra militares, el cual “ocurrió de manera circunstancial y no como consecuencia de la presencia de personal militar en un puesto de control o retén militar”.
El 9 de abril, Fernando Gómez Mont, titular de la Secretaría de Gobernación, dio a conocer la misma versión, que los pequeños murieron por un fuego cruzado entre militares y un grupo armado.