Más de 50 lobos marinos cambian de ‘casa’ en puerto Ensenada

Ante el desbaratamiento de la que era su casa, un ruinoso barco abandonado de nombre "Catalina", más de 50 lobos marinos llevan meses ocupando como domicilio una parte del puerto de Ensenada libre de embarcaciones.
"Se quitaron unas embarcaciones de ahí y los lobos lo ocuparon", describió Glenda Galarza, de la Autoridad Portuaria Integral de Ensenada (API), en el estado norteño de Baja California y a no demasiada distancia de Tijuana.
Los animales son una visión habitual del puerto, pero hasta el año pasado, cerca de 300 ejemplares llevaban una década como moradores de "Catalina", una embarcación que se hundió en 1997 y en cuyo casco sobresaliente tomaban el sol.
La lobera artificial entorpecía la actividad portuaria de Ensenada -tanto comercial como turística-, por lo que la API la retiró y desguazó, una acción a la que expertos ecologistas no se oponían.
Los lobos aprovecharon que quedó vacante una zona del puerto para mudarse allí, donde permanecen desde diciembre.
"Es un área sin licitar todavía", explicó Galarza, que no cree que una vez se ponga en manos de un operador vaya a resultar difícil que los lobos abandonen el área.
Los lobos tienen su hábitat natural en la zona marítima conocida como Punta Banda, a unos doce kilómetros del puerto, junto a las dos islas de Todos Santos.
Los machos nadan hasta la dársena para descansar junto a ella, mientras que las hembras se quedan en derredor de las islas, lo que ha causado alteraciones en el ciclo reproductivo de los animales.
El barco abandonado, "Catalina", es estadounidense y fue utilizado originalmente para el transporte de pasajeros; en la Segunda Guerra Mundial se empleó para el traslado de tropas, según la API.
En los 90 fue adquirido por un empresario y se convirtió en restaurante flotante, pero no resultó viable y cerró al cabo de un año.
La nave pasó a manos de los trabajadores, quienes no volvieron a poner el local en marcha y "Catalina", de 91 metros de eslora (largo) y casi 16 de manga (ancho), quedó abandonada a su suerte, hasta que se hundió en su mayor parte.