Greenpeace alerta sobre daño en territorio mexicano por derrame de crudo

El grupo ambientalista Greenpeace alertó que la mancha de petróleo derramado en el Golfo de México empezó a impactar humedales y el refugio de vida silvestre en Breton, Estados Unidos, lo que perjudica a especies que emigran a México.
La organización subrayó que hay riesgos potenciales para especies como el pelicano, las tortugas y el atún aleta azul, entre otras que migran a costas mexicanas, ante lo que solicitaron acciones por parte del gobierno mexicano.
El coordinador de la campaña de Océanos y Costas de Greenpeace México, Alejandro Olivera, advirtió que el país no es ajeno al problema y debe exigir cuentas claras al gobierno de Estados Unidos de los daños existentes para la fauna que comparten ambas naciones.
El especialista dijo que han pasado 20 días desde que inició el derrame petrolero en el golfo, por lo que ya se tienen los primeros rastros de hidrocarburos en la playa del puerto Eads, en el extremo sur del estado de Louisiana.
Explicó que el director adjunto de campañas de Greenpeace, Dan Howells, acompañado por el especialista en conservación Rick Steiner, recogieron muestras del aceite que está llegando en forma de burbujas a la desembocadura del río Mississippi.
Esa contaminación pone en situación de riesgo a más especies de los hábitats costeros de Louisiana, incluidas las aves, animales y especies vegetales que crecen sólo en estos humedales.
El viernes, el presidente Felipe Calderón dijo que México exigirá, una vez que se cierre la fuga de la empresa BP, un pago por cualquier daño ambiental en territorio nacional.
El mandatario explicó que se mantiene el monitoreo las 24 horas del día con el mayor rigor técnico y científico, para vigilar el movimiento de las corrientes marinas y los vientos, y evitar que el derrame de petróleo en aguas estadounidenses del Golfo de México afecte al país.
La explosión en la plataforma petrolera de BP dejó a once trabajadores desaparecidos; desde entonces, la Guardia Costera de Estados Unidos asegura que se vierten 5,000 barriles de crudo por día.
El gobierno de Estados Unidos declaró los hechos como una "catástrofe nacional", por lo que Barack Obama prometió usar todos los recursos disponibles del Estado para frenar la fuga.
El presidente de BP, Tony Hayward, dijo que la compañía asume plena responsabilidad por el derrame y que pagará todas las reclamaciones legítimas y el costo de la limpieza.